Y le fue dado un rollo del profeta Isaías, y tras abrir el rollo, encontró el lugar donde había sido escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí... (Lucas 4,17-18a traducido del texto griego Nestlé-Aland). BLOG DEDICADO AL ESTUDIO Y A LA INTERPRETACIÓN DE LA BIBLIA.

jueves, 3 de septiembre de 2015

Elías peregrina hacia el Monte de Dios - I Reyes 19,1-8


1 Ajab contó a Jezabel todo lo que había hecho Elías y cómo había pasado a todos los profetas al filo de la espada. 2 Jezabel envió entonces un mensajero a Elías para decirle: «Que los dioses me castiguen si mañana, a la misma hora, yo no hago con tu vida lo que tú hiciste con la de ellos». 3 El tuvo miedo, y partió en seguida para salvar su vida. Llegó a Berseba de Judá y dejó allí a su sirviente. 4 Luego caminó un día entero por el desierto, y al final se sentó bajo una retama. Entonces se deseó la muerte y exclamó: «¡Basta ya, Señor! ¡Quítame la vida, porque yo no valgo más que mis padres!». 5 Se acostó y se quedó dormido bajo la retama. Pero un ángel lo tocó y le dijo: «¡Levántate, come!». 6 El miró y vio que había a su cabecera una galleta cocida sobre piedras calientes y un jarro de agua. Comió, bebió y se acostó de nuevo. 7 Pero el Angel del Señor volvió otra vez, lo tocó y le dijo: «¡Levántate, come, porque todavía te queda mucho por caminar!». 8 Elías se levantó, comió y bebió, y fortalecido por ese alimento caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta la montaña de Dios, el Horeb. (I Reyes 19,1-8)


Introducción

Los relatos de los libros de los Reyes cubren desde el final del reinado de David (970 a.C.) hasta el destierro de los judíos a Babilonia con el rey Jeconías (562 a.C.).
Podemos hallar una fácil división tripartita de I-II Reyes por capítulos:

1)          Relatos sobre el reinado de Salomón (I Re 1-11)
2)          Relatos conjuntos sobre Israel y Judá (I Re 12 a II Re 17)
3)          Relatos sobre Judá hasta el exilio (II Re 18-25)

Los libros de los Reyes son una larga conclusión al bloque de escritos deuteronomistas, es decir, Josué, Jueces, Samuel y Reyes, los cuales se escriben bajo la influencia de la teología del Deuteronomio.


Contextualización

Así como los caps. 17-18 muestran el ministerio público del profeta Elías, el cap. 19 muestra su intimidad con Dios.

19,1-2 Contexto político
19,3-4a Huida de Elías
19,4b-5a Depresión de Elías
19,5b-7 Un mensajero de Dios anima al profeta
19,8 Elías peregrina hacia el Horeb


Reflexión:

Contexto político 19,1-2: Ajab contó a Jezabel todo lo que había hecho Elías y cómo había pasado a todos los profetas al filo de la espada. Jezabel envió entonces un mensajero a Elías para decirle: «Que los dioses me castiguen si mañana, a la misma hora, yo no hago con tu vida lo que tú hiciste con la de ellos».
La perícopa (19,1-8) comienza con la des-velación de los manejos del poder político de Ajab, quien le cuenta a su pérfida y autoritaria esposa Jezabel lo que hizo el profeta Elías con los falsos profetas y verdaderos aduladores de la reina, una suerte de "profetas aplaudidores" de la época, una suerte de agrupación de línea dura a favor del régimen autoritario de la psicótica Jezabel: los profetas de Baal. Como era la costumbre de la tiránica Jezabel, amenaza con asesinar al opositor Elías, el profeta de Dios. Porque los tiranos y tiranas de todas las épocas no son otra cosa que egolátricos instrumentos satánicos al servicio de la maldición. El profeta siente miedo y huye.

19,3-4a Huida de Elías: El tuvo miedo, y partió en seguida para salvar su vida. Llegó a Berseba de Judá y dejó allí a su sirviente. Luego caminó un día entero por el desierto, y al final se sentó bajo una retama.
Elías se va de su patria (Reino del Norte, Israel), cruza el territorio del Reino del Sur, Judá y llega al sur, a Bersheba, camina luego por el desierto del Néguev y llega hasta una retama, es decir, un matorral, símbolo bíblico de la desventura (ver: Los matorrales y el Dios de los desventurados). Elías ha cruzado los límites de su asiento y su cultura para encontrarse en soledad.

19,4b-5a Depresión de Elías: Entonces se deseó la muerte y exclamó: «¡Basta ya, Señor! ¡Quítame la vida, porque yo no valgo más que mis padres!». Se acostó y se quedó dormido bajo la retama.
El profeta cae en una profunda depresión al verse solo en su lucha a favor de una sana fe en YHWH, desea su muerte pero ¡atención! la palabra hebrea qah que generalmente se traduce "quítame", es toma, "toma mi vida" y es la misma que utiliza la Biblia para hablar del arrebatamiento de Henoc (verbo laqach cf. Gn 5,24). Elías desea que se produzca ya su arrebatamiento, estar con Dios y desaparecer de este mundo. Es, curiosamente, el sentimiento que invade a muchos cristianos en estado de opresión que deriva en depresión, por eso se acuesta a dormir, que es una actitud típica de los deprimidos.
     
19,5b-7 Un mensajero de Dios anima al profeta: Pero un ángel lo tocó y le dijo: «¡Levántate, come!». El miró y vio que había a su cabecera una galleta cocida sobre piedras calientes y un jarro de agua. Comió, bebió y se acostó de nuevo. Pero el Ángel del Señor volvió otra vez, lo tocó y le dijo: «¡Levántate, come, porque todavía te queda mucho por caminar!».
Elías ha tocado el límite de su existencia pero el mensajero de Dios lo anima a transformar su huida en peregrinación, su miedo en búsqueda de Dios, su anorexia en fortalecimiento, su hastío en encuentro con YHWH... el camino tiene un sentido metafórico porque su misión es superior a sus fuerzas.
 
19,8 Elías peregrina hacia el Horeb: Elías se levantó, comió y bebió, y fortalecido por ese alimento caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta la montaña de Dios, el Horeb.
En el itinerario de Elías podemos reconocer las huellas de Moisés y de cada persona que teme, sufre y ansía a causa de su responsabilidad: persecución, miedo, hastío, impotencia, debilidad, pero también una excitación por la proximidad del encuentro con Dios.     



Prof. Mauricio Shara  

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