Y le fue dado un rollo del profeta Isaías, y tras abrir el rollo, encontró el lugar donde había sido escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí... (Lucas 4,17-18a traducido del texto griego Nestlé-Aland). BLOG DEDICADO AL ESTUDIO Y A LA INTERPRETACIÓN DE LA BIBLIA.

sábado, 2 de mayo de 2015

Reflexión sobre un aspecto de Hechos 9,26-31 - 1° lectura del Domingo 5° de Pascua "La paz religiosa"

"La Iglesia, entre tanto, gozaba de paz en toda Judea, Galilea y Samaría. Se iba consolidando, vivía en el temor del Señor y crecía en número, asistida por el Espíritu Santo". (Hechos 9,31)


Contextualización

Este versículo forma parte de la sección litúrgica Hechos 9,26-31 del Domingo V de Pascua:

26 Cuando llegó a Jerusalén, trato de unirse a los discípulos, pero todos le tenían desconfianza porque no creían que también él fuera un verdadero discípulo. 27 Entonces Bernabé, haciéndose cargo de él, lo llevó hasta donde se encontraban los Apóstoles, y les contó en qué forma Saulo había visto al Señor en el camino, cómo le había hablado, y con cuánta valentía había predicado en Damasco en el nombre de Jesús. 28 Desde ese momento, empezó a convivir con los discípulos en Jerusalén y predicaba decididamente en el nombre del Señor. 29 Hablaba también con los judíos de lengua griega y discutía con ellos, pero estos tramaban su muerte. 30 Sus hermanos, al enterarse, lo condujeron a Cesarea y de allí lo enviaron a Tarso. 31 La Iglesia, entre tanto, gozaba de paz en toda Judea, Galilea y Samaría. Se iba consolidando, vivía en el temor del Señor y crecía en número, asistida por el Espíritu Santo.

Asimismo, la sección litúrgica forma parte de la perícopa bíblica 9,20-31 la cual tiene como antecedente la "conversión" de Saulo (9,1-19).


Secuencias

En la perícopa 9,20-31:

A) En Damasco:
9,20-21 Saulo cambia su identificación e intenciones a las de Pablo.
9,22 Pablo es empoderado, llenado de dinámica, dinamismo. Ahora Pablo es dinámico.
9,23-24 Los "judíos" (y cristianos legalistas) no soportan el dinamismo de Pablo, pero él se entera de la conjura en su contra.
9,25 Los discípulos ayudan a Pablo.

B) En Jerusalén:
9,26 Pablo intenta unirse a la comunidad pero "todos" le tenían miedo.
9,27 Bernabé da testimonio de él a los apóstoles.
9,28 Con el apoyo de los apóstoles puede predicar a Cristo con valentía.
9,29 Los "judíos" helenistas (y cristianos helenistas) también quieren matarlo.
9,30 Otra vez lo ayudan los hermanos en Cristo.
9,31 Visión eclesial de conjunto: la paz.


Reflexión sobre Hch 9,31: "La Iglesia, entre tanto, gozaba de paz en toda Judea, Galilea y Samaría. Se iba consolidando, vivía en el temor del Señor y crecía en número, asistida por el Espíritu Santo".

La BPD toma el texto alejandrino: "la iglesia"; en cambio, la BJ toma el texto antioqueno: "las iglesias". El v.31 se trata de un resumen de todo el texto de 9,1-30.  

Cuando contextualizamos el versículo encontramos que toda esta paz se manifiesta a partir de la "conversión de san Pablo", aquel agente externo que asolaba a las comunidades cristianas según el relato lucano, ahora predica a Jesús el Mesías.

Según se desprende de las secuencias observadas en 9,20-31, esta sección bíblica se presenta como un díptico (Lucas es un buen "pintor" de dípticos) que ofrece dos relatos hermanos: Damasco y Jerusalén. En ambos relatos san Pablo realiza acciones eclesiales que producen reacciones; en ambos relatos san Pablo es imbuido de dinamismo y valentía, respectivamente; en ambos relatos la experiencia espiritual de Pablo (dinamismo y valentía) es combatida por grupos antagónicos; en ambos relatos los discípulos, los hermanos, ayudan al Apóstol.

¿Con quién nos identificamos? ¿con el Pablo dinámico y valiente o con sus enemigos envidiosos? ¿cuál es nuestra actitud? ¿la de constructores o la de obstructores?

Así llegamos al v.31: "La Iglesia, entre tanto, gozaba de paz en toda Judea, Galilea y Samaría. Se iba consolidando, vivía en el temor del Señor y crecía en número, asistida por el Espíritu Santo".

Al recordar los versículos anteriores que hemos revisado nos damos cuenta de los diversos grupos religiosos que intervienen aquí: comunidad de Damasco y comunidad de Jerusalén, judíos (¿fariseos?) y judíos helenistas.

Luego nos dice que la Iglesia además de gozar de paz se iba consolidando, también podríamos decir iba siendo edificada, construida. Precisamente, para construir se necesita la paz, al contrario, en conflicto sólo puede pensarse en cómo no ser destruidos.

La Iglesia vivía en el "temor del Señor", un dato que Hechos nos aporta antes en 2,43 y se refiere a la experiencia mística fascinante y terrible con el Dios vivo, al cual a partir de esa experiencia podemos conocerlo como Dios misericordioso.

También, la Iglesia crecía en número gracias a la asistencia, a la consolación del Espíritu Santo desde Pentecostés. Porque la experiencia pentecostal pura es aquella que se da en la relación directa entre el Espíritu Santo y su pueblo, evitando mediaciones autoritarias. Se trata de una experiencia de "avivamiento" que ha comenzado con la paz... la paz tan necesaria.


Juan Pablo II en 1988, en ocasión de la Jornada Mundial de la Paz, refiriéndose a la "Libertad religiosa, condición para la pacífica convivencia" dice:  "los responsables de las Confesiones religiosas están obligados a presentar sus enseñanzas sin dejarse condicionar por intereses personales, políticos y sociales, y en modos apropiados a las exigencias de la convivencia y respetuosos con la libertad de cada uno".


Prof. Mauricio Shara
(Programa "Peregrinando" por FM Parroquial 105.1 del 2 de mayo de 2015)

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