Y le fue dado un rollo del profeta Isaías, y tras abrir el rollo, encontró el lugar donde había sido escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí... (Lucas 4,17-18a traducido del texto griego Nestlé-Aland). BLOG DEDICADO AL ESTUDIO Y A LA INTERPRETACIÓN DE LA BIBLIA.

jueves, 30 de enero de 2014

Estudio con actualización hermenéutica sobre Lucas 2,22-40. Aporte para la Fiesta de la Presentación del Señor

 
  22 Cuando llegó el día fijado por la Ley de Moisés para la purificación, llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor, 23 como está escrito en la Ley: "Todo varón primogénito será consagrado al Señor". 24 También debían ofrecer un sacrificio un par de tórtolas o de pichones de paloma, como ordena la Ley del Señor. 25 Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, que era justo y piadoso, y esperaba el consuelo de Israel. El Espíritu Santo estaba en él 26 y le había revelado que no moriría antes de ver al Mesías del Señor. 27 Conducido por el mismo Espíritu, fue al Templo, y cuando los padres de Jesús llevaron al niño para cumplir con él las prescripciones de la Ley, 28 Simeón lo tomó en sus brazos y alabó a Dios, diciendo: 29 «Ahora, Señor, puedes dejar que tu servidor muera en paz, como lo has prometido, 30 porque mis ojos han visto la salvación 31 que preparaste delante de todos los pueblos: 32 luz para iluminar a las naciones paganas y gloria de tu pueblo Israel». 33 Su padre y su madre estaban admirados por lo que oían decir de él. 34 Simeón, después de bendecirlos, dijo a María, la madre: «Este niño será causa de caída y de elevación para muchos en Israel; será signo de contradicción, 35 y a ti misma una espada te atravesará el corazón. Así se manifestarán claramente los pensamientos íntimos de muchos». 36 Había también allí una profetisa llamada Ana, hija de Fanuel, de la familia de Aser, mujer ya entrada en años, que, casa en su juventud, había vivido siete años con su marido. 37 Desde entonces había permanecido viuda, y tenía ochenta y cuatro años. No se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día con ayunos y oraciones. 38 Se presentó en ese mismo momento y se puso a dar gracias a Dios. Y hablaba acerca del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén. 39 Después de cumplir todo lo que ordenaba la Ley del Señor, volvieron a su ciudad de Nazaret, en Galilea. 40 El niño iba creciendo y se fortalecía, lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con él. (Lucas 2,22-40).


Introducción
 
La sección litúrgica está constituida por una narración (género literario) en la cual se relatan diversos acontecimientos p.e. un sacrificio, un cántico, encuentros, profecía y una conclusión.
 
Podemos encontrar una estructura a grandes rasgos:
 
1) Presentación y sacrificio (vv.22-24) + nota sobre el viaje a Jerusalén
2) Encuentro de Simeón con el Mesías (vv.25-28)
3) Cántico "Nunc dimittis" (vv.29-32)
4) Profecía de Simeón (vv.33-35)
5) Encuentro de Ana con el Mesías (vv.36-38)
6) Sumario (vv.39-40) + nota sobre el regreso a Galilea
 
Así, podemos observar la concentricidad del relato, que tiene su corazón en el "Nunc dimittis", el cántico de un anciano que culmina el sentido de su vida contemplando a Jesús y dando una profecía sobre Él y su Madre. ¡Cuánto tienen para dar los ancianos aún en su vejez a las nuevas generaciones!
 
Comentario
 
1) Presentación y sacrificio (vv.22-24) + nota sobre el viaje a Jerusalén
 
Según la Ley la purificación obligaba solo a la madre (Lv 12,8) y era de tipo ritual (Lv 12,2-4) pero era necesario "redimir o rescatar" al hijo (Ex 13,13; Nm 18,15) aunque no era necesario presentar al niño al Templo. Lo importante de este relato no es la precisión jurídica ni el desarrollo teológico posterior de la Iglesia, ya que sabemos que María fue preservada del pecado original por los méritos del Hijo, y también sabemos que el Hijo no necesitaba redención. Sino que el autor sagrado nos muestra a la familia de Jesús como judíos piadosos, eso es lo importante.
 
2) Encuentro de Simeón con el Mesías (vv.25-28)
 
Entre los valores de Simeón, también se relata que era justo y piadoso. Es decir, también vale lo dicho antes. La consolación de Israel y el Espíritu Santo son muestras de los tiempos escatológicos y mesiánicos. Ese es el contexto que describe el hagiógrafo.
 
3) Cántico "Nunc dimittis" (vv.29-32)
 
Es el cuarto cántico del Evangelio de la infancia lucano, luego del Magnificat, el Benedictus y el Gloria, aunque pueden identificarse otros p.e. "el cántico de Isabel" (1,42b-45). Podemos encontrar dos grandes partes en el cántico:
a) Simeón ya puede morir v.29 y
b) lo que Simeón ha visto vv.30-32.
La idea de morir después de ver lo que se deseaba (v.29) la encontramos en Gn 46,30 y Tobías 11,9. También la sabiduría popular: "vedere Napoli e dopo morire" nos señala esto de que luego de ver algo importante o de gran belleza se puede morir en paz. Luego, lo que ve Simeón es la salvación universal, Dios quiere la salvación de todos y por eso la Iglesia está abierta a todos.
 
4) Profecía de Simeón (vv.33-35)
 
El Mesías es signo de contradicción como Jeremías, a lo cual estará asociada María. Podemos preguntarnos hoy: ¿estamos asociados nosotros a esa contradicción? o sólo pretendemos que el mundo nos vea simpáticos, empáticos, pero cuyo fruto es que no se comprometa nadie con la Iglesia y nadie se convierta en seguidor de Jesucristo ¡qué triste y mundana "alegría" resulta ser esa! Como si se tratara de una "gran cruzada" en la que la Iglesia debe aprender lecciones de mundanalidad, pero si la Iglesia se hace igual al mundo ha perdido su esencia en existencismos y sólo sirve para relajar las conciencias ya relajadas.
 
Notemos como en el centro del relato: 3) Cántico "Nunc dimittis" (vv.29-32) y 4) Profecía de Simeón (vv.33-35) encontramos toda una eclesiología que evita sesgarse tanto para el fundamentalismo eclesial: "somos sólo contradicción para el mundo" - salvación para pocos (herejía jansenista); como para el relativismo eclesial: "somos lo mismo que el mundo" o "más mundanos que el mundo" - todos se salvan per se (herejía de apocatástasis).   
 
5) Encuentro de Ana con el Mesías (vv.36-38)
  
Ahora nos habla de una profetisa, como las antiguas "siete" profetisas de Israel p.e. Sara, María hermana de Moisés, Débora, Ana madre de Samuel, Abigail esposa de David, Julda y Ester. Además, era viuda y tiene valores religiosos (da culto, ayuna, ora). Jerusalén aparece como el centro de la salvación. Hoy Jerusalén es la Iglesia pero el Salvador sigue siendo el mismo: Jesucristo.   

 
6) Sumario (vv.39-40) + nota sobre el regreso a Galilea
 
Jesús, que crece y se fortalece, se va llenando de sabiduría como verdadero hombre. Resulta interesante comparar con Hb 4,15.
 
Conclusión
 
Jesús se desarrolla en la cultura judía con los valores religiosos de su familia terrena. Hoy, está de moda la "transgresión mediática", la "revolución" y muchas otras cosas altisonantes y demagógicas para impactar a una masa de gente subestimada. Por eso, está bueno volver a contemplar los valores de la sagrada familia para que evangelicemos al mundo, ellos no aparecían transgresores para dar una imagen ilusoria.
 
Junto al Mesías ha regresado el espíritu profético. Los verdaderos cristianos viven la paradoja de ser evangelizadores del mundo y al mismo tiempo signo de contradicción ¡así nace la verdadera alegría cristiana! La Iglesia no puede quedar reducida a una mera "ONG solidaria" o una suerte de "club político" que reduce las verdades de la Fe a cuestiones puramente sociales: "Cristo social", "resurrección social", "parusía social", etc.
 
Las mujeres tienen un rol importante en la historia de la salvación. Lo mismo los ancianos. El relato marca una continuidad generacional y no un "quiebre". Es necesario, hoy, reflexionar sobre este hermoso relato y encontrar claves para la evangelización de un mundo actual tan desaforado y tan desenfrenado.
 
¡Qué la Iglesia también siga creciendo, fortaleciéndose y se llene de la sabiduría de Dios!

 
 
Prof. Mauricio Shara  

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