Y le fue dado un rollo del profeta Isaías, y tras abrir el rollo, encontró el lugar donde había sido escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí... (Lucas 4,17-18a traducido del texto griego Nestlé-Aland). BLOG DEDICADO AL ESTUDIO Y A LA INTERPRETACIÓN DE LA BIBLIA.

jueves, 15 de enero de 2015

"Somos todos Andrés". Estudio y aplicación pastoral sobre Juan 1,35-42. Domingo 2° durante el año (B).



 
35 Al día siguiente, estaba Juan otra vez allí con dos de sus discípulos 36 y, mirando a Jesús que pasaba, dijo: «Este es el Cordero de Dios». 37 Los dos discípulos, al oírlo hablar así, siguieron a Jesús. 38 El se dio vuelta y, viendo que lo seguían, les preguntó: «¿Qué quieren?». Ellos le respondieron: «Rabbí –que traducido significa Maestro– ¿dónde vives?». 39 «Vengan y lo verán», les dijo. Fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él ese día. Era alrededor de las cuatro de la tarde. 40 Uno de los dos que oyeron las palabras de Juan y siguieron a Jesús era Andrés, el hermano de Simón Pedro. 41 Al primero que encontró fue a su propio hermano Simón, y le dijo «Hemos encontrado al Mesías», que traducido significa Cristo. 42 Entonces lo llevó a donde estaba Jesús. Jesús lo miró y le dijo: «Tú eres Simón, el hijo de Juan: tú te llamarás Cefas», que traducido significa Pedro. (Juan 1,35-42).
 
 


Introducción
 
En una mirada global podemos observar que nuestra sección litúrgica (1,35-42) forma parte de "una semana" en el Evangelio de Juan: 
 
1er. día (1,19-28) El protagonismo lo ocupa Juan Bautista y Jesús no está presente.
2do. día (1,29-34) "Al día siguiente" (v.29). Sigue Juan Bautista y se presenta Jesús.
3er. día (1,35-42) "Al día siguiente" (v.35). Sigue presente Juan Bautista pero dos de sus discípulos deciden seguir a Jesús.
4to. día (1,43-51) "Al día siguiente" (v.43.). El protagonismo lo tiene Jesús y Juan Bautista no está presente.
Fin de la semana (2,1-11) "Y al día tercero" (v.1). Narración del signo de Caná.
 
Así, en el relato, va decreciendo el Bautista, va creciendo Jesús y llega a su clímax con la manifestación de su gloria en las bodas de Caná. De hecho, en el Evangelio joánico la figura del Bautista no es más que un testigo de Jesucristo: en el 1er. día el Bautista se ha presentado despojándose rápido de los tres títulos más esperados por la apocalíptica judía: Mesías, el Profeta (nuevo Moisés) y Elías. Luego, es identificado con "la voz en el desierto" (1,23) coincidiendo con todos los sinópticos en este punto (cf. Isaías 40,3). Así, en el Cuarto Evangelio, mientras Jesús es "el Logos", el Bautista es sólo "la voz".
 
Ahora, estamos en el tercer día de esa semana, momento en el cual comienza a crecer Jesús ministerialmente.
 
Género literario
 
Hay complejidad en la perícopa (1,35-42), contiene una síntesis cristológica, eclesial, histórica, etc. Son niveles armoniosamente superpuestos en una nueva perspectiva: la visión joánica. Proponemos "relato de vocación testimonial".
 
Comentario:
 
La contemplación y predicación de Juan Bautista: 35 Al día siguiente, estaba Juan otra vez allí con dos de sus discípulos 36 y, mirando a Jesús que pasaba, dijo: «Este es el Cordero de Dios».
Juan Bautista está allí como inmóvil, en pie (en griego está en modo imperfecto) contemplando a Jesús caminar, el Bautista fija los ojos en Jesús (el verbo es emblepein), las preguntas que deberíamos hacernos son: ¿de dónde viene Jesús? y ¿a dónde va Jesús? porque de esto trata la dinámica de nuestra sección y nuestra intención de seguirlo a Él. 
¿De dónde viene Jesús?: El Bautista vuelve a designarlo como en 1,29 como el "Cordero de Dios", es el que viene de Dios, y ahí tenemos la primera respuesta: Jesús viene de Dios, tal como lo ha expresado el Prólogo del Evangelio. Juan Bautista predica la Palabra de Dios de manera clara y concisa: vean al Cordero de Dios, esto se destaca como una metáfora pastoril acerca del discipulado y no de pesca. Es interesante notar que la sección se inicia con Juan Bautista y dos de sus discípulos y concluye con el solemne llamado a Pedro para seguir a Jesús. (Para más información sobre el significado del "Cordero de Dios" en Juan ver: http://desarrollobiblico.blogspot.com.ar/2014/01/estudio-sobre-juan-129-34-aporte-para.html).
 
La predicación de Juan Bautista:
1) Su mensaje es Cristo
2) Su intención es dirigir hacia Cristo a sus propios discípulos, sin egoísmo ni "vedetismo".

 
Una teología del discipulado concentrada: 37 Los dos discípulos, al oírlo hablar así, siguieron a Jesús. 38 El se dio vuelta y, viendo que lo seguían, les preguntó: «¿Qué quieren?». Ellos le respondieron: «Rabbí –que traducido significa Maestro– ¿dónde vives?». 39 «Vengan y lo verán», les dijo. Fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él ese día. Era alrededor de las cuatro de la tarde.
Los dos primeros discípulos de Jesús, según el Evangelio de Juan, salen del grupo del Bautista y deciden seguirlo, uno de ellos es Andrés (v.40) y del otro no tenemos el nombre (es aventurado sostener que se trate del "discípulo amado", como fruto de una lectura "entre líneas" y sin poder comprobarlo).  
Jesús "se vuelve" hacia quienes lo siguen y pregunta ¿qué buscan? (en gr. zeteite, verbo zetein), superficialmente significa "querer" y más profundamente "buscar". Ellos lo llaman "Rabí" que en Juan corresponde a quienes tienen una fe débil o incipiente, en este caso mejor es incipiente.
Le preguntan ¿dónde permaneces? (meneis, verbo gr. menein), esto es mucho más que alojarse o habitar, ya que tiene resonancias teológicas hacia la eternidad en el Evangelio de Juan. Curiosamente, mucha gente se complace en una interpretación de tipo existencialista: ¿dónde vives? pero dramáticamente esto va en una dirección muy distinta a la de Jesús aquí. Precisamente, lo que abruma a los dos discípulos y quieren superar es la insoportable levedad existencial y la muerte, Jesús viene de Dios (Prólogo) y se dirige a la eternidad como Dios Hijo unigénito (cf. Juan 1,18). Es la respuesta a la segunda pregunta que nos hicimos: Jesús va a la eternidad, al seno del Padre.
 Y los discípulos se quedaron permaneciendo con Él hasta la hora décima (cuatro de la tarde en versión argentina). Creemos que Juan cuenta las horas del día desde las 6 de la mañana y las de la noche desde las 6 de la tarde (ver p.e. el Relato de la Pasión y Glorificación del Señor en Juan).
 
Entre los vv.37-39 hay una teología del discipulado concentrada:
1) Escuchar atentamente la Palabra de Dios.
2) Estar receptivos a la presencia del Señor que viene de Dios y pasa entre nosotros o cerca de nosotros y nos pregunta ¿qué buscan?
3) Seguir a Jesús, más allá de nuestros existencismos hasta la eternidad. Desear permanecer con Él.
4) Ir con Jesús, caminar siguiéndolo a Él significa dejar de ser ciegos, metafóricamente hablando, el discípulo cristiano deja de ser un ciego en el Evangelio joánico porque Jesús nos invita a ver. Por lo tanto, esa falsa humildad que glorifica la ignorancia, la chatura y la chapucería no es otra cosa que soberbia disfrazada de humildad.
 
40 Uno de los dos que oyeron las palabras de Juan y siguieron a Jesús era Andrés, el hermano de Simón Pedro. 41 Al primero que encontró fue a su propio hermano Simón, y le dijo «Hemos encontrado al Mesías», que traducido significa Cristo. 42 Entonces lo llevó a donde estaba Jesús. Jesús lo miró y le dijo: «Tú eres Simón, el hijo de Juan: tú te llamarás Cefas», que traducido significa Pedro.
Jesús lo mira profundamente (gr. emblepsas), lo mira con discernimiento al hermano de Andrés y le cambia el nombre por el apodo de "piedra" o Pedro, una palabra que connota creatividad y firmeza, al mismo tiempo. 
 
El ejemplo de Andrés: Atraviesa toda nuestra sección aprendiendo a ser discípulo, desarrolla una experiencia. Hoy podemos decir ¡somos todos Andrés! para identificarnos mejor con esta Palabra viva:
1) Escucha con atención la Palabra de Dios (vv.35-36).
2) Pone en marcha la moción espiritual que ha recibido (v.37).
3) Decide buscar el sentido trascendente de su vida, ve a Cristo, sigue a Cristo, permanece con Cristo (vv.38-39).
4) La primera preocupación misionera de Andrés es hacia su familia (v.41-42). La familia es tierra de misión.
5) Su hermano recibe un gran llamado de parte de Jesús (v.42). Estemos dispuestos a ser dignamente superados por nuestros propios familiares y hermanos en Cristo.
¡Qué lección de discipulado en Juan 1,35-42! Entre los personajes de la perícopa: Jesús, Pedro, Juan Bautista y Andrés, éste último es el menos famoso, sin embargo, siguiéndolo a él transversalmente es que descubrimos esta teología del discipulado. Por eso, podemos decir: ¡somos todos Andrés! (o deberíamos serlo).
 
Prof. Mauricio Shara
(Profesor en Teología por la Pontificia Universidad Católica Argentina)
 
Bibliografía:
 
·         Domingo Muñoz León, El Evangelio según san Juan en Comentario Bíblico Latinoamericano NT, Navarra, Verbo Divino, 2007.
·         Teresa Okure, Juan, Navarra, Verbo Divino, 2005.
·         Felipe Fernández Ramos, Juan en Comentario Casa de la Biblia, Casa de la Biblia y otros, 1995.
·         Pheme Perkins, Evangelio de Juan en Nuevo Comentario Bíblico San Jerónimo, Navarra, Verbo Divino, 2004.
·         Raymond Brown, El Evangelio según san Juan. Tomo 1, Madrid, Cristiandad, 1999.
·         Xavier León-Dufour, Lectura del Evangelio de Juan. Tomo 1, Salamanca, Sígueme, 1989.
·         Luis Heriberto Rivas, El Evangelio de Juan, Buenos Aires, San Benito, 2005.
·         C.H. Dodd, Interpretación del Cuarto Evangelio, Madrid, Cristiandad, 1978.
·         Novum Testamentum Graece, 28th revised edition, Edited by Barbara Aland and others, Stuttgart, Deutsche Bibelgesellschaft, 2012.

2 comentarios:

  1. Anónimo1/15/2015

    Gracias hno.,conmueves,(con todo lo que esta palabra significa),Gracias.

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  2. Anónimo1/20/2015

    muy interesante

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