"Navidad es epifanía de la gracia". Estudio bíblico básico sobre Tito 2,11-14. Aporte para la Misa de Navidad (Misa de los pastores)

 

11 Porque la gracia de Dios, que es fuente de salvación para todos los hombres, se ha manifestado. 12 Ella nos enseña a rechazar la impiedad y las concupiscencias del mundo, para vivir en la vida presente con sobriedad, justicia y piedad, 13 mientras aguardamos la feliz esperanza y la Manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador, Cristo Jesús. 14 El se entregó por nosotros, a fin de librarnos de toda iniquidad, purificarnos y crear para sí un Pueblo elegido y lleno en la práctica del bien. (Tito 2,11-14).

 

 

Introducción

 

La carta a Tito forma parte del Corpus Paulinum ya que fue escrita, lo más probable, por algún discípulo de san Pablo. Contiene temas propios de fines del siglo I y comienzos del siglo II d.C., con ministerios sedentarios afianzados, especialmente, los obispos y los presbíteros.

 

Toda la carta gira en torno a la Iglesia visible y militante, un tema que, curiosamente, hoy está en el centro de la predicación oficial. Por ejemplo, nuestra sección litúrgica contiene un concepto sobre "Pueblo de Dios", el vocablo laon (gr.): El se entregó por nosotros, a fin de librarnos de toda iniquidad, purificarnos y crear para sí un Pueblo elegido y lleno en la práctica del bien.

 

La carta contiene en gran medida lo dicho en I y II a Timoteo, pero en un tono más doctrinal, con una densidad teológica, por eso podemos contextualizar dentro del marco de las tres cartas pastorales. En Tito podemos distinguir 3 mega temas:

1) La defensa del depósito de la fe contra los falsos maestros: mitologizadores y herejes (curiosamente, hoy están de moda).

2) La organización de las comunidades: ministerios y liturgia.  

3) la vida cristiana exigida por una piedad auténtica: buenas obras.

Todos estos temas son de importancia pastoral, por eso está bien que la Carta reciba el apelativo de "pastoral".

 

Una estructura general de la carta podría ser esta:

1) Exhortación apostólica (1,1-4).

2) Orden dentro de la Iglesia (1,5-2,10): ministerial, doctrinal y moral.

3) El Pueblo de Dios celoso en las buenas obras (2,11-15).     

4) Exhortaciones morales (3,1-11): moral, doctrinal (bautismal) y doctrinal (enseñanza).

5) Saludos finales (3,12-15)

Nuestra sección litúrgica, entonces, está dentro de la perícopa 2,11-15. Por otro lado, es una lectura de la Misa de Noche de Navidad, es decir, la llamada "Misa de los pastores". La lectura desde tradición antigua y de acuerdo al formulario del Codex de Würzburg que lo atestigua era 2,11-15 para esta Misa.

 

¿Por qué esta lectura es apropiada para la Navidad?

 

Comentario

 

11 Porque la gracia de Dios, que es fuente de salvación para todos los hombres, se ha manifestado.

En el AT, Dios es llamado como el Hanun, el Clemente, el que concede la gracia: Ex 34,6; Joel 2,13; Jonás 4,2; Sal 86,15; 103,8; Neh 9,17. La palabra "manifestado" en griego es epefánegar. La epifanía de la gracia de Dios salvífica a todos los hombres. Evoca la primera venida de Jesucristo, según esto podemos predicar que la Navidad es epifanía de la gracia y por eso es una lectura ligada directamente a la Misa de los pastores. En el NT la epifaneia está asociada a la parusía (II Ts 2,8; Tito 2,13), pero en Tito también la encontramos 2x relacionada a la primera venida de Jesucristo: 2,11 y 3,4.

Los orientales resumen en la Fiesta de la Epifanía del 6 de enero todos los acontecimientos de la infancia del Señor: nacimiento, adoración de los pastores, circuncisión, adoración de los magos, y presentación en el templo. Es una celebración cristiana más antigua que la Navidad en 25 de diciembre.

 

12 Ella nos enseña a rechazar la impiedad y las concupiscencias del mundo, para vivir en la vida presente con sobriedad, justicia y piedad,

La gracia nos instruye para renunciar a la impiedad (asebeian), la impiedad es la falta de relación vital con Dios con una actitud de desprecio o menosprecio hacia Él (II Ti 2,16). La gracia también nos instruye para rechazar los deseos mundanos (kósmicos),  esto no debe ser reducido a un concepto del moralismo político (hoy de moda) p.e. "deseos mundanos son solamente las cosas relacionadas a los males del capitalismo", deseos mundanos es una categoría mucho más amplia que ese ideologismo, incluye también p.e. la moral sexual, vicios, deseos desordenados, palabrerío mundanal, etc.

El objetivo del rechazo a la impiedad y a los deseos mundanos es para vivir en este mundo con una mente sana (sofrónos) traducido en BPD como "sobriedad"; con justicia (dikaios) un legado de la moral veterotestamentaria que el autor de Tito revitaliza, recordemos que la categoría "justo" del AT equivale a la de "santo" en NT; y piadosamente (eúsebus), es decir, con una vital relación con Dios.

 

13 mientras aguardamos la feliz esperanza y la Manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador, Cristo Jesús.

La esperanza makaria, bienaventurada, y la epifanía de la gloria del gran Dios y Salvador nuestro, Cristo Jesús. Este versículo es una endíadis, es decir, "uno mediante dos" ya que la bienaventurada esperanza y la epifanía de la gloria se refieren a lo mismo: la segunda venida de Jesucristo.

Así, la tensión de la perícopa transcurre entre dos epifanías: la de la gracia (v.11) y la de la gloria (v.13). Entre ambas, están las recomendaciones del v.12, así transcurre la vida del cristiano.

 

14 El se entregó por nosotros, a fin de librarnos de toda iniquidad, purificarnos y crear para sí un Pueblo elegido y lleno en la práctica del bien.

La iniquidad (anomias) es desprecio o menosprecio hacia las leyes de Dios, es una actitud relacionada íntimamente con la impiedad. Purificarnos es limpiarnos (kazarion), el Señor se entregó por nosotros con el fin de liberarnos de toda iniquidad y limpiarnos de la mundanalidad expresada en el v.12: impiedad y deseos mundanos.

Jesucristo decide crear para sí un Pueblo (laon) para Él solo, para sí. Este Pueblo no lo crean los moralistas políticos, ni los utopistas ideológicos, ni los manipuladores de masas, ni los líderes egotistas, sino que lo crea Él y es un Pueblo para Cristo.

Además, no es un Pueblo amorfo que no sabe bien lo que quiere sino un Pueblo celoso por las buenas obras (ergon), las obras no son lo mismo que los gestos (hoy de moda), los gestos son parte del lenguaje junto a la palabra y con ellos se puede decir la verdad, pero también se puede mentir p.e. los gestos de los políticos argentinos charlatanes y seductores (cf. los cretenses de Tito 1,10-16). En cambio, las buenas obras hablan por sí mismas.

La perícopa bíblica comprende también el v.15, actualmente ausente en la lectura litúrgica de la Misa de Navidad (¿hoy no está de moda esta predicación?): 15 Así debes hablar, exhortar y reprender con toda autoridad. No des ocasión a que nadie te desprecie. El predicador no debe ser despreciado pero no por su personalidad, ni subjetividad, que no tiene nada que ver con la intención del autor de Tito, sino porque lo que predica corresponde al depósito de la Fe y no a sus propios ideologismos, lo comprueba la palabra griega utilizada que la BPD traduce "desprecie" (perifroneito), refiere a una intención periférica, lo toman como un predicador de "cosas sin importancia", cuando en realidad está predicando lo referente al depósito de la Fe que ha recibido de la Iglesia y no de mundanalidades para "hacer ruido" en los mass media, un verdadero predicador cristiano no debe ser despreciado.   

 

Vivamos alegres la epifanía de la gracia como parte del Pueblo que Jesús ha creado para Él, un Pueblo bien dispuesto a las buenas obras ¡Feliz Navidad en Cristo!

Prof. Mauricio Shara

 

 

Bibliografía:

Texto griego Nestlé-Aland (NA28)

Luis Alonso Schökel, Comentarios en Biblia del Peregrino. Tomo III, Navarra, Verbo Divino, 2012.

Edouard Cothenet, Las cartas pastorales. CB 72, Navarra, Verbo Divino, 1994.

Mark Goodwin, Tito. Comentario Bíblico Internacional, Navarra, Verbo Divino, 2005.

Robert Wild, Las cartas pastorales. Nuevo Comentario Bíblico San Jerónimo, Navarra, Verbo Divino, 2004.   

Seán Martin, Carta a Tito. Comentario Bíblico Latinoamericano, Navarra, Verbo Divino, 2007.

Gabriel Pérez Rodríguez, Carta a Tito. Comentario Casa de la Biblia, La Casa de la Biblia y otros, 1995.