Y le fue dado un rollo del profeta Isaías, y tras abrir el rollo, encontró el lugar donde había sido escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí... (Lucas 4,17-18a traducido del texto griego Nestlé-Aland). BLOG DEDICADO AL ESTUDIO Y A LA INTERPRETACIÓN DE LA BIBLIA.

martes, 24 de diciembre de 2013

Estudio sobre Mateo 1,1-25 II parte - Aporte para la Misa del IV Domingo de Adviento (A) y para la Misa vespertina de la vigilia de Navidad

 
 
Ahora nos ocuparemos de la segunda perícopa en nuestra sección litúrgica: Mt 1,18-25:
 
18 Este fue el origen de Jesucristo: María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no han vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. 19 José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto. 20 Mientras pensaba en esto, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. 21 Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados». 22 Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por el Profeta: 23 "La Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emanuel", que traducido significa: «Dios con nosotros». 24 Al despertar, José hizo lo que el Ángel del Señor le había ordenado: llevó a María a su casa, 25 y sin que hubieran hecho vida en común, ella dio a luz un hijo, y él le puso el nombre de Jesús.
 

Respecto a esta perícopa conviene recordar el marco teológico general del Evangelio de Mateo:
 
"La teología mateana se mantiene así dentro del marco elaborado por la comprensión veterotestamentaria judía de la ley. Por eso comprende la exigencia de Dios como gracia. No distingue entre ley y evangelio; al contrario, para ella, aunque esta terminología no le conviene, la ley, o mejor dicho la proclamación de la voluntad de Dios por Jesús, que recoge la ley, es evangelio. Es una teología de la ley, pero no una teología de la justicia por las obras. Para Mateo, la ética no es ni un apéndice del cristianismo, ni simplemente una expresión secundaria del reconocimiento humano para con Dios; al contrario, en la ética se muestra la identidad del cristiano basada en Dios, identidad que se demuestra en el juicio. Mateo sabe con mayor claridad que los demás teólogos neotestamentarios que no hay más cristianismo que un cristianismo en acto".[1]
 
Género literario
 
En la I parte de este estudio ya dijimos que se trata de un relato, a eso podríamos agregar que se trata de un "relato cristológico", no así de un "midrash cristológico" ya que entonces deberíamos argumentar acerca de la literatura subyacente en el pasaje bíblico, ya que un midrash es "literatura acerca de la literatura".[2] Entonces, al no encontrar una tradición anterior que sea consistentemente similar para suponer que el evangelista tomara para componer su relato, por lo tanto, simplemente decimos que se trata de un "relato cristológico" o mejor: "relato de anuncio".
 
Análisis Estructural
 
Hacemos primero un estudio previo. Notas:
 
v.18a Conecta con 1,1
v.18b Amplía 1,16
v.19   José pone en marcha el relato
v.20a Aparece el Ángel como personaje decisivo
vv.20b-23 Mandato expresado por el Ángel
vv.22-23  Cita de cumplimiento: Is 7,14
vv.24-25  Resurge el narrador y su relato (vv.18-20)
 
Luego, ordenamos nuestras notas releyendo la perícopa buscando dividir el texto en pequeñas unidades o secuencias que nos permita investigar las relaciones que existen entre las subdivisiones propuestas y la función en el conjunto.[3] Así descubrimos una estructura secuencial y concéntrica, que tiene como corazón los vv.20-23, es decir, propiamente el anuncio:
 
A   Introducción al anuncio (vv.18-20a)
B   Anuncio del Ángel a José (vv.20b-21)
B´ Cita de cumplimiento que justifica el anuncio del Ángel: Is 7,14 (vv.22-23)
A´ Finalización del anuncio (vv.24-25)
 
Ahora podemos comentar la perícopa parte a parte:
 
Comentario
 
Introducción al anuncio (vv.18-20a)
 
Existe una conexión entre 1,18a: Este fue el origen de Jesucristo y 1,1: Genealogía de Jesucristo (las palabras griegas fueron analizadas en la I parte de este estudio). A partir de ahí, se amplía o explica 1,16: Jacob fue padre de José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, que es llamado Cristo con 1,18b: María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no han vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. Así funciona el v.18 en el texto.
 
María estaba comprometida, como tal "la mujer seguía viviendo en el hogar paterno y se mantenía bajo la patria potestas. Después de un año tenía lugar la acogida en casa, es decir, la celebración del matrimonio".[4] Es decir, que la concepción de Jesús acontece luego del compromiso y antes de la cohabitación de José y María.  
José era un hombre justo (gr. díkaios), sobre esto conviene recordar lo expuesto por Smend y Luz al principio de este estudio, en el marco teológico general del Evangelio mateano, para averiguar qué significa "justo" para el hagiógrafo.
Luego, nos dice que este hombre justo, ahora ocupando un rol central en el relato no quiso denunciar a María y resuelve repudiarla en secreto, es decir, abandonarla sin someterla a juicio. Según Dt 22,23ss. en caso de repudio de la esposa se practicaba la lapidación pero en el tiempo de Jesús esto ya no se hacía.[5] En la historia de la interpretación han existido dos hermenéuticas al respecto:
 
1) José sabía que María había concebido por obra del Espíritu Santo y no quiso acercarse más a María porque siendo Dios el padre de Jesús sería Él quien lo cuide, pero esta interpretación tiene el gran problema de que el Ángel del Señor estaría anunciando algo revelado con anterioridad, lo cual nunca expresa el evangelista. Además, en Mt el Ángel del Señor siempre comunica a José cosas desconocidas por él (Cf. 2,13; 2,19-20).   
 
2) José desconocía que María había concebido por obra del Espíritu Santo y decide repudiarla porque cree que hubo adulterio. "La «rectitud» de José consiste, pues, en no haber difamado a María, sospechosa de adulterio, con un proceso de divorcio. La duda de si la «rectitud» significa el cumplimiento de la ley veterotestamentaria o simplemente afabilidad y comprensión no se plantea para Mateo: José refuerza la ley en el sentido del precepto del amor y se alinea así en la serie de los justos, que alcanza desde Abel (Mt 23,35) Y los personajes religiosos veterotestamentarios (Mt 13,17), pasando por Jesús (Mt 27,19.24), hasta los practicantes de los mandatos de Jesús reivindicados en el juicio final (Mt 13,43; 25,46)".[6]
 
Preferimos la segunda interpretación por ser coherente respecto a Evangelio mateano en su conjunto.
 
El nombre Jesús (Iehoshua) significa "YHWY auxilia" o "YHWH salva", es el nombre que le pondrá José. El Mesías salvará a su pueblo de los pecados es lo que el evangelista seguirá desarrollando en 9,8 y 26,28.
 
Anuncio del Ángel a José (vv.20b-21)
 
El anuncio a José es un sueño-mensaje.[7] Es decir, que no es simbólico y por tanto inteligible o entendible, que no necesita interpretarse.
 
José es descendiente de David según la genealogía (1,16) y en el v.20 es literalmente llamado "hijo de David", por tanto, la narración de Mt nos dice que Jesús es adoptado por José y es incorporado de esta manera a la Casa de David.[8] Cabe acotar, que María nunca es señalada en el NT como descendiente de David, Lc la relaciona con el linaje aarónico (Cf. Lc 1,5.36). Pero existen leyendas cristianas que la hacen de la casa de Judá como p.e. el libro apócrifo "Evangelio del Pseudo Mateo"[9] escrito en el siglo VI.[10]
 
Cita de cumplimiento que justifica el anuncio del Ángel: Is 7,14 (vv.22-23)
 
Aunque hay mucha divergencia acerca de quién es el Emmanuel al que se refiere Is 7,14,[11] sin embargo no debemos olvidar que Isaías luego nos hablará en 9,5-6 acerca del "niño que nos ha nacido" y en 11,1-9 se señala a un descendiente de David.[12] Por lo tanto, todo esto refuerza la hipótesis de que Isaías 7,14 se refiere a un niño de la corte real davídica. Se trata de una sencilla exégesis que toma el valor literario de conjunto del llamado "Libro del Emmanuel", lo cual es probable que el redactor evangélico considerara.
 
Además, Mt toma la cita de LXX que ya había interpretado la palabra hebrea "almá" (joven, doncella) con la expresión griega "parthenos" (virgen).
 
"Emmanuel" es el nombre que le dará la comunidad cristiana al Mesías, el evangelista cambia el "llamarás" de LXX por "llamarán" para no entrar en contradicción con lo dicho antes respecto al nombre. "El ser-con-nosotros de Dios recorre todo el evangelio (17,17; 18,20; 26,29). Pero, sobre todo, Mateo creó una inclusión con este vínculo y el último de su evangelio ('yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo' 28,20), inclusión que marca el tema fundamental: la presencia del Señor glorificado en su comunidad le revela como Emmanuel, Dios con nosotros".[13]  
 
Finalización del anuncio (vv.24-25)
 
 
José realiza obedientemente un rol indispensable en la "historia de la salvación": acepta nuevamente a María, cohabita con ella y sin tener relaciones sexuales con María, nace Jesús, se hace presente entre ellos. Así se realiza el anuncio a José, un ejemplo de obediencia a Dios que posibilita la presencia de Dios a su pueblo: "Dios-con-nosotros".
 
Y nosotros ¿seguimos el ejemplo de José? ¿Estamos atentos a la Palabra de Dios? ¿Somos capaces de renunciar a nuestros juicios personales por un bien mayor? ¿Protegemos a los más débiles porque en ellos se manifiesta la epifanía de Dios? ¿Estamos incluyendo en el Dios-con-nosotros a los otros, a los que son distintos a nosotros?
  
 
¡Feliz Navidad!
 
Prof. Mauricio Shara     



[1] R. Smend; U. Luz, Gesetz, Stuttgart, 1981, 85-86 en Jean Zumstein, Mateo el teólogo. CB 58, Navarra, Verbo Divino, 1993, 43
[2] Cf. Ulrich Luz, El Evangelio según san Mateo, Salamanca, Sígueme, 1993, 137
[3] Seguimos los consejos generales acerca del análisis estructural de Wim Weren, Métodos de exégesis de los Evangelios, Navarra, Verbo Divino, 2003, 43-66.
[4] Joachim Gnilka, Das Matthäusevangelium. Erster Teil, Herders theologischer Kommentar zum Neuem Testament. Tomo I, Friburgo, 1986 en Joseph Ratzinger, La infancia de Jesús, Buenos Aires, Planeta, 2012, 45.
[5] Ulrich Luz, El Evangelio, 142 siguiendo a Billerbeck.
[6] Ibid.,144
[7] Armando Levoratti, Evangelio según san Mateo en Comentario Bíblico Latinoamericano, Navarra, Verbo Divino 2007, 283.
[8] Rafael Aguirre Monasterio; Antonio Rodríguez Carmona, Evangelios sinópticos y Hechos de los Apóstoles, Navarra, Verbo Divino, 1992, 204.
[9] Pseudo Evangelio de Mateo, I.
[10] Cf. Los Evangelios Apócrifos, Madrid, BAC, 2006, 74-79.
[11] Cf. Joseph Ratzinger, La infancia de Jesús, Buenos Aires, Planeta, 2012, 52-57.
[12] Textos compuestos entre los siglos VI y VII. Ver: José Luis Sicre, Profetismo en Israel, Navarra, Verbo Divino, 1998, 493-499.
[13] Ulrich Luz, El Evangelio, 146

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