Y le fue dado un rollo del profeta Isaías, y tras abrir el rollo, encontró el lugar donde había sido escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí... (Lucas 4,17-18a traducido del texto griego Nestlé-Aland). BLOG DEDICADO AL ESTUDIO Y A LA INTERPRETACIÓN DE LA BIBLIA.

martes, 31 de diciembre de 2013

Estudio bíblico y teológico - Aporte para la Solemnidad de Santa María, Madre de Dios

  
 16 Fueron rápidamente y encontraron a María, a José, y al recién nacido acostado en el pesebre. 17 Al verlo, contaron lo que habían oído decir sobre este niño, 18 y todos los que los escuchaban quedaron admirados de que decían los pastores. 19 Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón. 20 Y los pastores volvieron, alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído, conforme al anuncio que habían recibido. 21 Ocho días después, llegó el tiempo de circuncidar al niño y se le puso el nombre de Jesús, nombre que le había sido dado por el Ángel antes de su concepción. (Lc 2,16-21).
 

A. Estudio bíblico
 
Una primera mirada de "zoom"
 
Esta sección litúrgica forma parte de los relatos de la infancia de Jesús del Evangelio lucano (1,5-2,52). Luego, podemos ubicarla dentro del texto sobre el nacimiento y la circuncisión de Jesús (2,1-21). Asimismo, podemos dividir el texto de manera gruesa:
 
1) relato del nacimiento de Jesús (2,1-7)
2) relato del anuncio a los pastores (2,8-20)  
3) relato de la circuncisión de Jesús (2,21)
 
Por tanto, nuestra sección litúrgica, aunque pequeña, abarcaría una perícopa (2,16-20) más un apéndice (2,21).
 
Una segunda mirada de "zoom"
 
Luego de nuestra mirada de "zoom", tenemos iniciado el proceso para descubrir una estructura. Si ahora releemos con atención todo el relato de 2,8-20 podemos distinguir rápidamente algunas unidades:
I parte del relato de anuncio a los pastores (2,8-14)
II parte del relato de anuncio a los pastores (2,15-20)
 
La I parte es propiamente el anuncio del Ángel del Señor a los pastores que concluye con una multitud de ángeles que alababa a Dios. La II parte es un relato sobre la difusión y realización del anuncio del Ángel del Señor recibido por los pastores que concluye con los pastores alabando a Dios por lo que habían visto y oído.
 
Una tercera mirada de "zoom". Una estructura
 
Concentrémonos ahora en la II parte (2,15-20) porque incluye la lectura litúrgica que nos interesa. Notas con algunas palabras claves:
 
v.15 Comienza con el "kai egéneto" ("Y aconteció") habitual de los relatos lucanos. Los pastores deciden ir a Belén a ver la "palabra... acontecida" ("to rema...gegonós").
v.16 Encuentran a María, José y al niñito en el pesebre.
v.17 Dan a María y a José la palabra (rématos) dada a ellos.
v18 Se asombran por lo dicho por los pastores.
v.19 María guardaba todas estas palabras (rémata) ponderándolas en su corazón.
v.20 Los pastores vuelven de Belén alabando a Dios.
 
Entonces, confirmamos que se trata propiamente de una perícopa o "unidad pequeña redondeada" la sección (2,15-20). Ahora ordenamos nuestras notas:
 
v.15 Los pastores van a Belén a ver la "palabra acontecida".
v.16 Encuentran la "palabra acontecida".  
v.17 Dan a conocer a todos los presentes la "palabra dada a ellos".
v.18 Reacción de todos los presentes por "lo dicho".
v.19 Reacción de María por "las palabras".
v.20 Los pastores vuelven de Belén alabando a Dios por el cumplimiento de lo dicho a ellos.
 
Finalmente, descubrimos una estructura concéntrica:
 
A  Los pastores van a Belén (v.15)
B  Encuentran a María, José y el niñito (v.16)
C  Difunden a los presentes en el pesebre la palabra oída sobre el niñito (v.17)
C' Reacción de todos por lo dicho en el pesebre (v.18)
B' Reacción de María (v.19)
A' Los pastores vuelven de Belén (v.20)
 
El centro son los vv.17-18, es decir, la difusión de la palabra sobre Jesús con la presencia de Jesús y la reacción de todos los que escuchan. Ahora amerita decir que la Navidad no se trata de un dulce cuento fantástico infantil como suele verse en muchas películas temáticas, sino que para Lucas la Navidad es el acontecimiento de la Palabra de Dios manifestada en un pesebre: Jesucristo.
 
La composición de la sección litúrgica (2,16-21)
 
Concluyendo esta parte, entonces, podemos ver que una sección litúrgica no necesariamente coincide con una perícopa bíblica sino que puede estar compuesta artesanalmente, como en este caso. Podemos identificar las partes que componen la sección litúrgica 2,16-21:
 
1) Se omite el v.15 aunque forma parte de la perícopa (2,15-20).
2) Los vv.16-20 forman parte de la perícopa (2,15-20).
3) Se agrega el v.21 aunque no forma parte de la perícopa porque nos habla del nombre del Mesías. Este v.21 es la conclusión de todo el texto, un sobrio relato sobre la circuncisión de Jesús y el nombre que había sido anunciado por el Ángel (cf. 1,31).
 
Género literario
 
Sin duda, todo el texto responde al género literario "relato" o "narración".
 
Breve comentario
 
Existe una bella relación entre el relato lucano de Navidad e Is 1,3: "El buey conoce a su amo y el asno, el pesebre de su dueño; ¡pero Israel no conoce, mi pueblo no tiene entendimiento!". Es que el Dios vivo y verdadero no debe ser buscado en la grandilocuencia del "maravillosismo" sino en la vida cotidiana, entre las cosas más sencillas y a veces despreciadas p.e. en un pesebre.
 
Jesús nace lejos de su parentela, pero con sus padres y visitado por los pastores. Ahora, ¿quiénes son todos los que escuchan la difusión del anuncio en el v.18? No lo sabemos, el texto no lo aclara pero da lugar a pensar en que la Palabra de Dios es recibida por personas, a veces, lejanas a nosotros, distintas, casi "impensadas" por nuestra imaginación. En este caso, humildes como los pastores.
 
 
B. Desarrollo teológico y magisterial del título "Madre de Dios"
 
En virtud de la unión hipostática y de la comunicación de idiomas en Jesucristo, María recibe el título de Madre de Dios (Deipara, Theotokos, Mater Dei).[1] "María no dio a luz a un hombre con el que en un momento posterior se unió la persona del Logos, sino que alumbró a la persona del Logos en la naturaleza humana que tomó de ella".[2]      
 
El primer testimonio seguro de este título corresponde al obispo Alejandro de Alejandría (s. IV).[3] Aunque en la sagrada Escritura podemos encontrar algunos contenidos del dogma:
 
"Madre del Señor" en Lc 1,43
"Madre de Jesús" en Jn 2,2
"Logos encarnado" en Jn 1,14.18
"Madre del Hijo de Dios" en Ga 4,4-6
"Jesús el Hijo de Dios es también hijo de María" Mc 3,31; 6,3
"La concepción de Jesús en la Virgen María por obra del Espíritu Santo" en Mt 1-2; Lc 1-2
 
Definiciones magisteriales en las que se afirma el título de "Madre de Dios".
 
El texto más importante de recordar es éste:
 
"Porque no nació primeramente un hombre cualquiera, de la santa Virgen, y luego descendió sobre Él el Logos; sino que unido desde el seno materno, se dice que se sometió a nacimiento carnal, como quien hace suyo el nacimiento de la propia carne. ...De esta manera ellos (los santos padres) no tuvieron inconveniente en llamar madre de Dios a la santa Virgen, no ciertamente porque la naturaleza del Logos o su divinidad hubiera tenida origen de la santa Virgen, sino porque nació de ella el santo cuerpo dotado de alma racional, a la cual el Logos se unió sustancialmente, se dice que el Logos nació según la carne".[4] (Concilio Ecuménico de Éfeso (431), I Sesión de los Cirilianos, II Carta de Cirilo de Alejandría a Nestorio).
 
Además, los siguientes siempre esgrimen los mismos argumentos teológicos, es decir, la unión hipostática y la comunicación de idiomas en Jesucristo:
 
·         Fórmula de unión entre Cirilo de Alejandría y los obispos de la Iglesia de Antioquía (primavera del 433).[5]
·         Concilio Ecuménico de Calcedonia (451).[6]
·         Constitución "Inter innumeras sollicitudines" (553).[7]
·         Carta "Humani generis" al rey Childeberto I (557).[8]  
·         Sínodo IV de Toledo (633).[9]
·         Sínodo de Roma: Carta sinodal "Omnium bonorum spes" a los emperadores (680).[10]
·         Concilio III de Constantinopla (681).[11]
·         Benedicto XIV, Constitución "Nuper ad Nos" (1743).[12]
 
María, Madre de Dios, en la Lumen Gentium
 
En LG María ocupa el cap. VIII. María es tanto madre como hermana, es madre de Dios y miembro de la Iglesia, primera discípula. Veamos, ahora, muchos y ricos aspectos que se relacionan con el título de Madre de Dios en un extracto del cap. VIII del documento:
 
·         Los cristianos han de venerar la memoria de María, Madre de Dios.[13]
·         María es reconocida y honrada como verdadera Madre de Dios.[14]
·         María, Madre de Dios Hijo, hija predilecta del Padre y sagrario del Espíritu Santo aventaja a las otras criaturas.[15]
·         Madre de los miembros de Cristo.[16]
·         Madre de Dios, Madre de Cristo y Madre de los hombres.[17]
·         Correspondencia con el AT: Madre del Salvador, Madre del Redentor, hija de Sión.[18]
·         Servidora del misterio de la Redención: María hija de Adán y Madre de Jesús.[19]
·         Unión de la Madre con el Hijo en la obra de la salvación.[20]
·         Acciones de la Madre en relación al ministerio público de Jesús.[21]   
·         La Madre de Jesús en Pentecostés.[22]
·         Asunta para asemejarse a su Hijo.[23]
·         La misión maternal de María hacia la salvación de los hombres dimana de Jesucristo, el único Mediador.[24]
·         La Madre de Dios fue alma mater del divino Redentor. Es nuestra madre en orden de la gracia.[25]
·         La misión maternal de María continúa luego de ser asunta con su intercesión subordinada al Mediador y Salvador.[26]
·         La Madre de Dios es figura de la Iglesia en el orden de la fe, de la caridad y de la perfecta unión con Cristo.[27]
·         La Iglesia también se hace madre por la Palabra de Dios contemplando la arcana santidad e imitando la caridad de la Madre de su Señor.[28]
·         Con el amor maternal de María han de estar animados los que en la misión apostólica de la Iglesia cooperan para regenerar a los hombres.[29]
·         La Madre de Dios es honrada con un culto especial de veneración para que el Hijo sea más conocido, sea amado, sea glorificado y se cumplan sus mandamientos.[30]
·         La verdadera devoción a María no consiste en un sentimentalismo estéril y transitorio, ni en una vana credulidad sino que procede de la fe verdadera para reconocer la excelencia de la Madre, que nos estimula en amor filial e imitación de sus virtudes.[31]
·         La Madre de Jesús es luz del Pueblo de Dios peregrinante.[32]
·         Que la Madre de Dios, Madre del Señor y Salvador interceda ante su Hijo, en la comunión de todos los santos, para que todos los hombres sean congregados en un solo Pueblo de Dios, para la gloria de la santísima e indisoluble Trinidad.[33]
 
En estos momentos tan difíciles, tan dramáticos, tan frustrantes, tan miserables, tan oscuros, de tanta mentira y de tanto abandono en la Argentina conviene volver nuestra mirada a Cristo por María:
 
"Bajo tu amparo nos acogemos santa Madre de Dios, no desprecies las oraciones que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien líbranos de todo peligro, Virgen gloriosa y bendita". Amén. (La más antigua de las oraciones marianas, probablemente del siglo III; Antífona de la Liturgia de las Horas).
 
¡Gloria a Dios!
 
 
Prof. Mauricio Shara


[1] CF. DH 251.
[2] Gerhard Ludwig Müller, Dogmática. Teoría y práctica de la teología, Barcelona, Herder, 2007, 504.
[3] Ep. Ad. Alex. Const. 12
[4] DH 251.
[5] DH 273.
[6] Cf. DH 300.
[7] Cf. DH 416; 427.
[8] DH 442.
[9] DH 485.
[10] DH 547.
[11] DH 555.
[12] DH 2527.
[13] LG 52.
[14] LG 53.
[15] Ibid.
[16] Ibid.
[17] LG 54.
[18] LG 55.
[19] LG 56.
[20] LG 57.
[21] LG 58.
[22] LG 59.
[23] Ibid.
[24] LG 60.
[25] LG 61.
[26] LG 62.
[27] LG 63.
[28] LG 64.
[29] LG 65.
[30] LG 66.
[31] LG 67.
[32] LG 68.
[33] LG 69.

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