En
la nueva humanidad, la que ha sido redimida por Jesucristo se caen los muros
divisorios, las diversidades étnicas, culturales y sociales pueden convivir
pacíficamente porque todos los seres humanos convergen hacia la unidad en la
diversidad en Cristo.
La
nueva humanidad está en marcha en una gran peregrinación en libertad desde la
pila bautismal, allí aparece sobre la tierra el nuevo ser humano, íntimamente
unido a Cristo, celebrando la dignidad común que nos une a todos porque "los que se han bautizado en Cristo se
han revestido de Cristo" (Ga 3,27).
En
virtud de la fe, todos los hombres pueden compartir la misma mesa eucarística,
amos y esclavos son hermanos. Como en la profecía de Joel 3,1-2: el Don del
Espíritu no distingue sexos, ni edades, ni condición social. Pablo proclama una
nueva sociedad sin discriminaciones injustas, en la dimensión de la fe no hay
superiores ni inferiores. Es un llamado de atención para la sociedad grecorromana
tan estratificada y también para la sociedad judía que se creía superior a las
naciones por tener la Torá.
El
mensaje del Apóstol es liberación para los gálatas y todas las naciones de la
tierra desde una fórmula bautismal muy antigua: "Porque todos ustedes son hijos de Dios por la fe en Cristo
Jesús, ya que todos ustedes, que fueron bautizados en Cristo, han sido
revestidos de Cristo. Por lo tanto, ya no hay judío ni pagano, esclavo ni
hombre libre, varón ni mujer, porque todos ustedes no son más que uno en Cristo
Jesús". (Gálatas
3,26-28).
Prof.
Mauricio Shara
Estamos todos unidos, en la diversidad.Todos somos hijos de Dios...!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderBorrarETELVINA
Buenisima tu reflexion. Somos todos llamados a ser uno en Cristo, gracias al Pontifice que Dios nos ha regalado, se esta incrementando el Ecumenismo y el Dialogo Interreligioso, que ya habia comenzado hace muchos anios atras en nuestro pais y que hoy va en camino de hacerse realidad...!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderBorrarETELVINA
Gracias Mauricio por este aporte. Me gusta mucho pensar que en el bautismo iniciamos una peregrinación hacia toda solidaridad, comunión y transfiguración. Este concepto tan dinámico de la vida de la fe sin duda nos muestra el rostro de Aquel que se refleja en todos los rostros de hermanos y hermanas y que no solo no hace distinción tanto de sexo, edad o condición social sino que le da valor a toda identidad aún sexual con una mirada multicolor. Gracias nuevamente
ResponderBorrar