6
El cual, siendo de condición divina,
no
reivindicó su derecho
a
ser tratado igual a Dios,
7
sino que se despojó de sí mismo
tomando
condición de esclavo.
Asumiendo
semejanza humana
y
apareciendo en su porte como hombre,
8
se rebajó a sí mismo,
haciéndose
obediente hasta la muerte,
y
una muerte de cruz.
9
Por eso Dios lo exaltó
y
le otorgó el Nombre,
que
está sobre todo nombre.
10
Para que al nombre de Jesús
toda
rodilla se doble
en
los cielos, en la tierra y en los abismos,
11
y
toda lengua confiese
que
Cristo Jesús es el SEÑOR
para
gloria de Dios Padre. (Filipenses 2,6-11)