1 El primer día de la semana fue María Magdalena de madrugada
al sepulcro cuando todavía estaba oscuro, y vio que la piedra estaba retirada
del sepulcro. 2 Echó a correr y llegó donde Simón Pedro y el otro discípulo a
quien Jesús quería, y les dijo: «Se han llevado del sepulcro al Señor, y no
sabemos dónde lo han puesto.» 3 Salieron Pedro y el otro discípulo, y se
encaminaron al sepulcro. 4 Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo
corrió por delante más rápido que Pedro, y llegó primero al sepulcro. 5 Al
asomarse, vio los lienzos en el suelo; pero no entró. 6 Detrás llegó también
Simón Pedro. Entró en el sepulcro y vio los lienzos en el suelo; 7 pero el
sudario que había cubierto su cabeza no estaba junto a los lienzos, sino
plegado en un lugar aparte. 8 Entonces entró también el otro discípulo, el que
había llegado el primero al sepulcro; vio y creyó, 9 pues hasta entonces no habían comprendido que, según la
Escritura, Jesús debía resucitar de entre los muertos. (Juan
20,1-9)
Introducción
Es
uno de los pasajes bíblicos más bellos sobre la resurrección de Jesucristo. Se
trata de un relato de tumba vacía dentro del relato de la Pasión del Señor
según san Juan. Es como una escena dentro de ese toda la expresión dramatúrgica
joánica sobre la pasión, muerte y resurrección del Cristo.
En
el cuarto Evangelio sólo es una mujer, María Magdalena, la que ve el sepulcro
vacío y va a avisar a los discípulos. Según Mt fueron dos mujeres al sepulcro,
según Mc eran tres y Lc no nos dicen cuántas eran. Es bueno poder apreciar la
diversidad teológica entre los Evangelios, es la belleza de la libertad bajo la
inspiración del Espíritu Santo. Por otro lado, todos los evangelios coinciden
en señalar que Jesús resucitó el primer día de la semana.
Respecto
a María Magdalena se la confundido con la pecadora arrepentida, con la mujer
adúltera y con María de Betania, pero no existen fundamentos bíblicos para
afirmar esto.
Una estructura
basada en las secuencias:
A. María Magdalena va al sepulcro v.1
B. María Magdalena ve el sepulcro abierto y no entra v.2
C. María Magdalena corre hacia los discípulos v.2
D. María Magdalena no cree en la resurrección del Señor v.2
A'. Los discípulos van al sepulcro v.3
C'. Los discípulos corren hacia el sepulcro v.4
B'1. Llega el discípulo amado, ve las vendas y no entra v.5
B'2. Llega Pedro, entra, ve las vendas y el sudario vv.6-7
D'. Entra el discípulo amado y cree. El discípulo amado es el primero en
creer en la resurrección del Señor. La BPD añade "también cree" pero
eso no existe en el griego.
Comentario:
María Magdalena, secuencias A-D
vv.1-2: 1
El primer día de la semana fue María Magdalena de madrugada al sepulcro cuando
todavía estaba oscuro, y vio que la piedra estaba retirada del sepulcro. 2 Echó
a correr y llegó donde Simón Pedro y el otro discípulo a quien Jesús quería, y
les dijo: «Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde lo han
puesto.»
El primer día de la semana fue María Magdalena de madrugada Nos indica que comienza una perícopa que
se extenderá hasta el v.18, luego en el v.19 cambia la indicación temporal y
señala otra perícopa hasta el v.29.
El Evangelio de Juan muestra a María Magdalena como alguien carente de fe,
que se mueve en la oscuridad (respecto a la oscuridad en el Evangelio joánico
ver: 3,2; 6,17; 8,12; 12,35; 13,30), por eso no cree en la resurrección sino
que cree que se han robado el cadáver. Sólo interpreta la piedra quitada con
los datos más evidentes que se pueden suponer y no puede ir más allá de eso.
Los discípulos van corriendo al
sepulcro, secuencias A' y C' vv.3-4: 3 Salieron Pedro y el otro discípulo, y se encaminaron al
sepulcro. 4 Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió por delante
más rápido que Pedro, y llegó primero al sepulcro.
A veces se sostiene que el discípulo amado llegó antes porque era más
joven, pero esto no tiene ningún sustento bíblico. En realidad, el
"discípulo amado" es el ejemplo de discípulo en el Evangelio joánico
y siempre llega primero a los grandes acontecimientos evangélicos (cf. 13,23;
19,26; 20,4; 20,8 y 21,7).[2]
Experiencia de los discípulos en el
sepulcro, secuencias B'1 y B'2 vv.5-7: 5
Al asomarse, vio los lienzos en el suelo; pero no entró. 6 Detrás llegó también
Simón Pedro. Entró en el sepulcro y vio los lienzos en el suelo; 7 pero el
sudario que había cubierto su cabeza no estaba junto a los lienzos, sino
plegado en un lugar aparte.
Es interesante que Juan detalla bien como se realizaba el ritual de cubrir
los cadáveres por parte de los judíos en la Palestina del siglo I.
El "discípulo amado" cree
en la resurrección del Señor, secuencia D' v.8: 8 Entonces entró también el otro
discípulo, el que había llegado el primero al sepulcro; vio y creyó.
Cree al ver las vendas y el sudario, ya que es imposible que si lo hubieran
robado se tomaran el trabajo de desvestirlo pero cree en la resurrección. La
versión argentina agrega la palabra "también", esta palabra no existe
en el texto griego crítico de Nestlé-Aland. La versión Jerusalén 2009 traduce
más literal y no agrega la palabra "también". Tampoco lo hace la
"Biblia del Peregrino" y Luis Alonso Schökel comenta que el
"discípulo amado" es el primero en creer.
El agregado de la palabra "también" violenta la composición
evangélica de Juan, ya que en este Evangelio el
ejemplo de discípulo es el "discípulo amado".
Comentario omnisciente: 9 pues hasta entonces no habían comprendido que, según la
Escritura, Jesús debía resucitar de entre los muertos.
Lo que no habían comprendido es la Escritura respecto a la
resurrección del Señor. Esto nos señala el motivo de las correrías de María
Magdalena y los discípulos. ¿A qué Escritura se refiere? Pueden ser varias: Sal
16,9-11; 30; 49, 16; 73,23-26; Isaías 26,19; Ez 37. También podría referirse a
la confesión kerygmática "resucitó conforme a las Escrituras" (I Co
15,4).
Conclusión
¡Jesucristo resucitó de entre los muertos! Esto es lo importante y lo que
quiere enseñarnos el evangelista con tanto fervor. Además, la cuestión del
cuerpo es importante porque la resurrección no es en puro espíritu y así como
el ser humano en las distintas etapas de su vida tiene un cuerpo que es al
mismo tiempo el mismo y distinto: de embrión a bebé, de bebé a niño, de niño a
joven, de joven a adulto, de adulto a senil, asimismo el ser humano resucitado,
totalmente plenificado por Dios, también y analógicamente tendrá un cuerpo
igual y distinto a la vez, como Jesucristo resucitado, a quien costaba
reconocerlo pero es el mismo Jesús pero ahora resucitado. ¡Gloria a Dios! ¡No
lo busquen entre los muertos porque el Señor está vivo para siempre!
Prof.
Mauricio Shara
Jesucristo resucito y esta vivo en medio nuestro. El unico que lo en-tendio fue Juan el discipulo amado...!!!!!!!!!!!!
ResponderBorrarETEL