Y le fue dado un rollo del profeta Isaías, y tras abrir el rollo, encontró el lugar donde había sido escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí... (Lucas 4,17-18a traducido del texto griego Nestlé-Aland). BLOG DEDICADO AL ESTUDIO Y A LA INTERPRETACIÓN DE LA BIBLIA.

lunes, 3 de agosto de 2015

Gema bíblica: Presos de la esperanza - Zacarías 9,12a


La segunda parte del libro de Zacarías recibe el nombre de "Deutero Zacarías" o "II Zacarías", comprende los capítulos 9-14 y su datación es posterior al exilio en Babilonia, cuando el tema ya no es el retorno ni la restauración. Los temas de la parte B del libro son una relectura actualizada de los temas de la parte A (caps. 1-8).


La parte A es un libro de visiones y la parte B es un libro de oráculos con matices apocalípticos; la parte A habla mucho del templo y en la parte B el templo está ausente. La parte A es de fines del siglo VI a principios del siglo V a.C. y la parte B es bastante posterior, entre el siglo III y II a.C.

Nuestra gema está en 9,12 (BPD): Vuelvan a la plaza fuerte, cautivos llenos de esperanza. Sí, hoy mismo lo declaro: yo te daré una doble compensación. Si atendemos a una traducción más literal sería (BHS): Vuelvan a la fortaleza, presos de la esperanza. También hoy anuncio: doble restauración. Se trata de una promesa que anuncia el completo perdón y la plena compensación por todas las aflicciones de los cautivos esperanzados.

Está en el contexto del anuncio sobre la llegada del Mesías a Jerusalén cabalgando en una cría de asna, como hacían los príncipes del pueblo y como señal de pacificación. El Mesías destruirá las armas de guerra y dictará la paz a las naciones, por la sangre de la Alianza, no por pactos políticos, libertará a los presos, a los cautivos, a quienes invita a volver a la fortaleza de Sión y les promete perdón y compensación.

¡Alégrate mucho, hija de Sión! ¡Grita de júbilo, hija de Jerusalén! Mira que tu Rey viene hacia ti; él es justo y victorioso, es humilde y está montado sobre un asno, sobre la cría de un asna. El suprimirá los carros de Efraím y los caballos de Jerusalén; el arco de guerra será suprimido y proclamará la paz a las naciones. Su dominio se extenderá de un mar hasta el otro, y desde el Río hasta los confines de la tierra. En cuanto a ti, por la sangre de alianza yo libraré a tus cautivos de la fosa sin agua. Vuelvan a la plaza fuerte, cautivos llenos de esperanza. Sí, hoy mismo lo declaro: yo te daré una doble compensación. (Zacarías 9,9-12).

Las cárceles antiguas, a veces, eran simplemente fosos en donde se introducía a los presos, lugares completamente oscuros y con escaso oxígeno, un pozo seco. Las cárceles actuales no son solo los penales en donde se castiga a los condenados por algún delito, también son oscuros fosos de auto condenación, de castigo psicológico, de vicios, de drogas, de miseria, etc. En todo cautiverio lo que falta es la libertad y la sensación permanente que domina al cautivo es la imposibilidad de ser libre, pero a pesar de todo es necesario mantener viva la esperanza. Vuelvan a la fortaleza, presos de la esperanza. También hoy anuncio: doble restauración.

La esperanza es lo que conecta al cautivo con la trascendencia, la esperanza es lo que lleva al cautivo a trascender su propio cautiverio hacia la libertad. En la esperanza habita Dios. El Mesías, el Cristo, viene a liberar a los cautivos esperanzados, a sacarlos del pozo seco y promete perdón y una compensación plena por todas las aflicciones sufridas, como al justo Job. Vuelvan a la fortaleza, presos de la esperanza. También hoy anuncio: doble restauración.

Nunca abandonemos la esperanza porque permite el encuentro con Dios que nos saca de nuestros cautiverios, nos hace libres porque deseamos ser libres, lo deseamos tanto como el agua que escasea en esos oscuros cautiverios, nos hace libres para volver a caminar, a peregrinar por esta vida junto a otros, responsablemente. Vuelvan a la fortaleza, presos de la esperanza. También hoy anuncio: doble restauración.



Prof. Mauricio Shara  

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Escucha PEREGRINANDO: