I. El Don del
Espíritu Santo
En
el sacramento del bautismo y en la confirmación recibimos al Espíritu Santo como Don: "Recibe por esta señal el Don del
Espíritu Santo" reza el Ritual de los Sacramentos. Esto señala que
nuestra peregrinación por la vida, la haremos con el fortalecimiento,
confirmación que nos trae el Espíritu Santo.
II. Los asuntos o
temas espirituales
San
Pablo declara en I Co 12,1: "Con
relación a los dones espirituales, no quiero, hermanos, que ustedes vivan en la
ignorancia". Así traduce la BPD, pero en griego no aparece la palabra
"dones" sino que nos habla de "pneumáticos", es decir
"asuntos espirituales" o "temas espirituales". Es decir,
que la gran sección de I Co 12,1-14,40 nos habla de varias cosas espirituales o
temas o asuntos espirituales entre los cuales se encuentran p.e. la diversidad,
los dones teologales, los dones y las manifestaciones del Espíritu, cuestiones
prácticas.
III. ¿Qué son los
carismas?
Son
gracias concedidas por la soberanía de Dios. primero tenemos que distinguir dos
cosas en cuanto a su finalidad, ambas las tenemos en I Co 12,7: "En cada uno, el Espíritu se manifiesta
para el bien común".
1)
Son otorgados por Dios a uno o a unos de manera diversa
2)
Son para el bien de todos, el bien común
Pero
en I Co 7,7 el Apóstol habla del celibato como un don, es decir, que está
dirigido al bien personal, aunque ese bien personal se amplíe hacia el bien
común. Esta doble dirección de los carismas la señala también san Cirilo de
Jerusalén (Catequesis XV,19,34). Por eso, la Iglesia también habla de carismas
refiriéndose a diversas congregaciones religiosas.
Luego,
hay una tendencia en algunas teologías contemporáneas a confundir los carismas
con los talentos, pero el carisma es siempre sobrenatural y nunca algo natural
transformado o evolucionado. Por eso, los talentos pueden ser hereditarios, en
cambio los carismas nunca lo son. Los talentos son naturales y los carismas son
sobrenaturales, no deben separarse ni confundirse.
Así
también, hay una tendencia en algunos ambientes pastorales a confundir
sobrenaturalidad con improvisación, cuando en realidad no son sinónimos. Algo
puede ser hecho con total improvisación, "a la que te criaste",
"con los dientes", algo que podríamos llamar "berreta" y no
por eso es de origen sobrenatural. El Espíritu Santo no ha venido a la Iglesia
para empeorar las cosas, sino al contrario, para que lo que hagamos sea del
mayor beneficio común. Y algo puede ser hecho con esmero, con dedicación, con
amor al prójimo, con profesionalidad, etc. y estar perfectamente asistido por
el Espíritu Santo y los carismas en las personas. No confundamos: improvisación no es igual a
sobrenaturalidad.
IV. Los carismas
mesiánicos
Son
los 7 dones que aparecen en Isaías 11,1-3a: Saldrá una rama del tronco de Jesé y un
retoño brotará de sus raíces. Sobre él reposará el espíritu del Señor: espíritu
de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de
ciencia y de temor del Señor –y lo inspirará el temor del Señor– La Septuaginta (LXX) y la Vulgata añaden
"piedad" por el desdoblamiento de "temor". Así tenemos los
7 dones mesiánicos para ejercer el gobierno con justicia y haciendo valer el
derecho. Estos carismas son los anunciados por Isaías para el Mesías, el
Cristo.
V. Los carismas y
las manifestaciones del Espíritu en I Co 12,7-11
San
Pablo habla de carismas o dones y de manifestaciones del Espíritu en la gran
sección de I Co 12-14. Si clasificamos la enumeración que realiza en I Co
12,7-11 atendiendo al griego obtenemos lo siguiente:
1)
generación de lenguas
2)
interpretación de lenguas
3)
profecía
4)
discernimiento de espíritus
5)
palabra de conocimiento
6)
palabra de sabiduría
7)
manifestación de creencia
8)
dones de sanidades (no un singular don de sanador para ser idolatrado, sino
diversos dones de sanidades para el bien común, lo mismo en 12, 28.30 )
9)
operaciones de milagros (tampoco un singular don de milagrero para ser
idolatrado, sino plurales operaciones de milagros para el bien del prójimo)
VI. El Concilio
Vaticano II y los carismas del Espíritu
Además, el mismo
Espíritu Santo no sólo santifica y dirige el Pueblo de Dios mediante los
sacramentos y los misterios y le adorna con virtudes, sino que también
distribuye gracias especiales entre los fieles de cualquier condición,
distribuyendo a cada uno según quiere (1
Co 12,11) sus dones, con los que les hace aptos y prontos para ejercer
las diversas obras y deberes que sean útiles para la renovación y la mayor
edificación de la Iglesia, según aquellas palabras: «A cada uno... se le otorga
la manifestación del Espíritu para común utilidad» (1 Co 12,7). Estos carismas, tanto los extraordinarios como los
más comunes y difundidos, deben ser recibidos con gratitud y consuelo, porque
son muy adecuados y útiles a las necesidades de la Iglesia. Los dones
extraordinarios no deben pedirse temerariamente ni hay que esperar de ellos con
presunción los frutos del trabajo apostólico. Y, además, el juicio de su
autenticidad y de su ejercicio razonable pertenece a quienes tienen la
autoridad en la Iglesia, a los cuales compete ante todo no sofocar el Espíritu,
sino probarlo todo y retener lo que es bueno (cf. 1 Ts 5,12 y 19-21). (Lumen Gentium, 12)
Prof.
Mauricio Shara
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Muy bueno, me aclaró mucho y me dio las palabras para corregir cuando pueda, algunos errores que yo misma pueda cometer, las diferencias entre carisma y talento, y, entre improvisación y sobrenaturalidad.. Muchas Gracias.
ResponderBorrarMuy bueno Mauricio! Un súper resumen y excelentemente aclarado!
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