15 Los fariseos se reunieron entonces para
sorprender a Jesús en alguna de sus afirmaciones. 16 Y le enviaron a varios
discípulos con unos herodianos, para decirle: «Maestro, sabemos que eres
sincero y que enseñas con toda fidelidad el camino de Dios, sin tener en cuenta
la condición de las personas, porque tú no te fijas en la categoría de nadie. 17
Dinos qué te parece: ¿Está permitido pagar el impuesto al César o no?». 18 Pero
Jesús, conociendo su malicia, les dijo: «Hipócritas, ¿por qué me tienden una
trampa? 19 Muéstrenme la moneda con que pagan el impuesto». Ellos le
presentaron un denario. 20 Y él les preguntó: «¿De quién es esta figura y esta
inscripción?». 21 Le respondieron: «Del César». Jesús les dijo: «Den al César
lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios». (Mateo 22,15-21)
Introducción
El v.15 sirve para introducir todo el
texto sobre las controversias en Jerusalén (22,15-46) que son 4:
1) El tributo al César vv.15-22
2) La resurrección de los muertos
vv.23-33
3) Los dos grandes mandamientos
vv.34-40
4) Jesús es Señor de David vv.41-46
La primera es nuestra sección litúrgica,
cuya controversia comienza en el v.16 y termina en el v.22: Al oír esto, quedaron admirados y,
dejando a Jesús, se fueron, tal
como demostraremos en la estructura.
Se trata de una perícopa bíblica que ha
sido, curiosamente, mal interpretada al introducir elementos políticos en el
texto, siendo mal utilizado el pasaje para hablar de las relaciones entre la
Iglesia y el Estado.
Fichaje dinámico de la sección:
v.15 Introducción a todo el texto de
22,15-46
v.16 Comienzo de la controversia con una
rara asociación entre fariseos y herodianos y un elogio falso a Jesús
v.17 Plantean una pregunta tramposa
v.18 Jesús se da cuenta de la malicia
en la pregunta
v.19 Jesús pide que le muestren la
"moneda de tributo"
v.20 Jesús pregunta sobre la imagen
grabada en la moneda
v.21 Le muestran la moneda y Jesús les
contesta
v.22 Reacción ante la respuesta de
Jesús
Estructura
v.15
Introducción al texto (22,15-46):
A)
v.16-17 Adversarios hacen un planteo hipócrita sobre la sabiduría y la ética de
Jesús y añaden una pregunta tramposa
B)
v.18 Reacción de Jesús ante la malicia de sus adversarios.
A')
vv.19-21 Demostración sapiencial y ética de Jesús sobre la "moneda de
tributo" y añadido profético sobre la soberanía de Dios.
B')
v.22 Reacción de sus adversarios ante la demostración de Jesús.
Comentario
v.15
Introducción al texto (22,15-46): 15 Los fariseos se reunieron entonces para
sorprender (enlazar) a Jesús en alguna de sus afirmaciones.
La expresión "sorprender" es traducción
de la palabra griega παγιδεύσωσιν
(pagideysosin) que reflejaría mejor
"enlazar" o "entrampar" p.e. en I Samuel 28,9 LXX ("lazo")
como la actitud de los adversarios de Jesús.
A)
v.16-17 Adversarios hacen un planteo hipócrita sobre la sabiduría y la ética de
Jesús y añaden una pregunta tramposa: 16 Y le enviaron a varios discípulos
con unos herodianos, para decirle: «Maestro, sabemos que eres sincero (veraz) y
que enseñas con toda fidelidad (verdad) el camino de Dios, sin tener en cuenta
la condición de las personas, porque tú no te fijas en la categoría de nadie. 17
Dinos qué te parece: ¿Está permitido pagar el impuesto al César o no?».
La
alianza entre fariseos y herodianos es rara y efímera, ya que representan
maneras muy distintas de ver el mundo, para los fariseos la perspectiva era más
bíblica y para los herodianos era más política, nepotista, hoy diríamos
"clientelista". En griego (NA28) las palabras "sinceridad"
y "fidelidad" de BPD son en realidad: "veraz" (alezés) y "verdad" (alezeía).
Luego,
la frase porque
tú no te fijas en la categoría de nadie está
suficientemente traducida de un literal más general: "no miras al rostro
de los hombres", que quiere decir: "eres ecuánime".
B)
v.18 Reacción de Jesús ante la malicia de sus adversarios: 18 Pero Jesús,
conociendo su malicia, les dijo: «Hipócritas, ¿por qué me tienden una trampa
(prueban)?
Jesús se da cuenta de la malicia de sus adversarios
por simple discernimiento humano, no como en el Evangelio de Juan en donde es
Dios y sabe todo. La expresión "tienden una trampa" es literalmente:
"poner a prueba" o "tentar" (peirádsete), eso comprueba aún
más que Jesús discierne humanamente la intención de sus adversarios. Si Jesús
contestaba la pregunta en forma negativa sería acusado de sedición ya que desde
la revuelta de Judas Galileo (6 d.C.)[1]
la resistencia fiscal era señal de sedición; y si contestaba afirmativamente podría
dar lugar a que la gente pensara que estaba bien rendir culto al emperador.
A')
vv.19-21 Demostración sapiencial y ética de Jesús sobre la "moneda de
tributo" y añadido profético sobre la soberanía de Dios: 19 Muéstrenme la
moneda con que pagan el impuesto». Ellos le presentaron un denario. 20 Y él les
preguntó: «¿De quién es esta figura y esta inscripción?». 21 Le respondieron:
«Del César». Jesús les dijo: «Den al César lo que es del César, y a Dios, lo
que es de Dios».
En primer lugar,
Jesús opta por hacer una demostración y les pide a sus adversarios la
"moneda de tributo". Al presentarles ellos un denario la pregunta ya
estaba contestada (con esa moneda "tributan") como queda demostrado
luego al enfatizar la figura (ícono) y el epígrafe. "El denario de Tiberio, conocido
entonces también en Palestina, representaba delante la cabeza del emperador y
detrás a su madre Livia como diosa de la paz; la leyenda decía: «Ti(berius)
Caesar Divi Aug(usti) F(ilius) Augustus», y al reverso «Pontif(ex) Maxim(us)».[2]
Estas inscripciones significaban que
los súbditos del César lo reconocían como Señor por cuyo favor subsisten. Por
tanto, si la frase fuera solamente Den al César lo que es del César o
"devuelvan" (más literal), con eso Jesús no reconocía al César como
su Señor sino que demostraba a sus adversarios la malicia en la pregunta acerca
de algo que ellos practicaban, y no sólo sus adversarios sino todos los judíos
(a excepción de ancianos y niños) en cuanto al impuesto al emperador.
Conclusión
Albert Schweitzer, merecido Premio Nobel de la Paz 1952 por su trabajo
real, concreto como médico y misionero cristiano en Lambáréne, Gabón. Protestante, exégeta, médico, filósofo, teólogo,
etc. realiza una interpretación que hasta hoy hace roncha en la historia de la
exégesis, entiende el precepto de pagar el impuesto al César en clave
demasiado irónica ubicando a Jesús, exageradamente, en una radicalidad
escatológica apocalíptica: hoy diríamos Iglesia indiferente al Estado.[3]
Pero nosotros ubicamos la frase famosa de Jesús en v. 21 en una doble
característica, lo cual se amerita en la inteligencia de Jesús y la redacción
evangélica mateana:
1) Sapiencial: "Devuelvan al César lo que es del César" con lo
cual Jesús concluye su demostración sobre la malicia de la pregunta de sus
adversarios.
2) Profética: "Devuelvan a Dios lo que es de Dios" con lo cual
Jesús contesta a sus adversarios. Así, la respuesta de Jesús a sus adversarios
se centra, más bien, en el añadido profético de la frase: y a Dios, lo que es de Dios. Esto coloca a la soberanía de Dios por encima de
las soberanías temporales.
Por eso, es anacrónico y caprichoso interpretar este pasaje como la
división entre Iglesia y Estado, pero ¡cuidado! tampoco debemos confundir "la primacía de Dios" con la "la
primacía de la Iglesia", menos aún confundir a la "Iglesia" con
el "Estado". Ahora sí, entendiendo esto, podemos decir, que según
este pasaje mateano, la obediencia a Dios no está al mismo nivel de la
obediencia al Estado (como se ha mal interpretado y mal aplicado), sino que está
por encima de todas las obediencias temporales.
Prof. Mauricio Shara
[1] Ulrich Luz, El Evangelio según san Mateo. Tomo III, Salamanca, Sígueme, 2001,
331-342
[2] Ulrich Luz, El Evangelio, 332-341.
[3] Albert
Schwaitzer, Obras Completas. Tomo V, Zurich, 243.
Debemos responder al "Seniorio de Dios", nuestra vida le pertenece solo a El y no a los pode-
ResponderBorrarres temporales...!!!!!!!!!!!!!!!
ETELVINA