31 Cuando salió, dijo Jesús: «Ahora ha sido glorificado el
Hijo del hombre y Dios ha sido glorificado en él. 32 Si Dios ha sido
glorificado en él, Dios también le glorificará en sí mismo y le glorificará
pronto. 33 «Hijos míos, me queda poco tiempo de estar con vosotros. Vosotros me
buscaréis, pero ahora os digo lo mismo que les dije a los judíos: que vosotros
no podéis ir adonde yo voy. 34 Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los
unos a los otros; que, como yo os he amado, así os améis también entre
vosotros. 35 Todos conocerán que sois discípulos míos en una cosa: en que os
tenéis amor los unos a los otros.» (Juan 13,31-35)
Introducción
El texto completo es el
discurso de despedida de Jesús (13,31-14,31). En todo ese conjunto el discurso
de despedida es el género literario y sigue a los discursos de despedida de los
héroes del AT: Jacob en Gn 47,29-49; Josué en Jos 24,1-28; David en I Cr caps.
28-29; Tobit en Tob 14,3-11; Matatías en I Mac 2,49-68. También Lucas escribió
un discurso de despedida en boca de san Pablo en Hch 20,17-38.
Los vv.34-35 son un
paréntesis dentro del discurso de despedida de Jesús y corresponden casi con
seguridad al redactor final del evangelio de Juan. Luego también nos queda decir
que la liturgia ha omitido la parte B del v.33 que dice: Vosotros me buscaréis, pero ahora os digo lo mismo que les dije a los
judíos: que vosotros no podéis ir adonde yo voy.
Entonces, básicamente:
vv.31-33 forma parte del
largo discurso de despedida de Jesús
vv.34-35 son una
inserción tardía de carácter moral
El que ha salido es
Judas, luego de que Jesús lo distinguiera como el principal invitado a su mesa.
Eso significa el gesto del anfitrión que moja un pan en la salsa y lo ofrece a
un comensal. Judas había aceptado el bocado pero lo hace rechazando a Jesús y
se va. Y así comienza en el v.31 el discurso de despedida de Jesucristo.
Desarrollo
31 Cuando salió, dijo Jesús: «Ahora ha sido glorificado el
Hijo del hombre y Dios ha sido glorificado en él. 32 Si Dios ha sido
glorificado en él, Dios también le glorificará en sí mismo y le glorificará
pronto.
Jesús comienza su
discurso de manera triunfante, la gloria quedará evidenciada ya no a través de
signos (2,11) sino que el cuerpo de Cristo glorificado la manifestará y lo hará
pronto.
33 «Hijos míos, me queda poco tiempo de estar con vosotros.
Vosotros me buscaréis, pero ahora os digo lo mismo que les dije a los judíos:
que vosotros no podéis ir adonde yo voy.
La expresión "hijos
míos" es única en el Evangelio de Juan pero es recurrente en los discursos
de despedida del AT. De hecho los judíos llamaban "padre" a los
maestros y los maestros "hijos" a los discípulos.
La parte "censurada"
por la liturgia nos dice que los discípulos tampoco pueden seguir a Jesús hacia
la gloria divina, quizá ha sido omitida por representar un pequeño trabajo de atención
y explicación por parte del intérprete. Lo que dice Jesús a los discípulos es
de carácter temporal, no pueden seguirlo en ese momento pero lo podrán hacer
después como lo expresará en el v.36.
34 Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los
otros; que, como yo os he amado, así os améis también entre vosotros. 35 Todos
conocerán que sois discípulos míos en una cosa: en que os tenéis amor los unos
a los otros.
Como decíamos estos 2 vv.
son un paréntesis en el discurso de despedida de Jesús. Es un comentario que
podemos relacionar con I Juan que es, de hecho, no una carta sino un comentario
al Evangelio de Juan, veamos algunos testimonios: I Jn 2,7-9; 3,23-24; 4,21;
5,2-3; II Jn 5.
Es como un meteorito
moral en un planeta amoral, el planeta amoral no es el mundo sino el Evangelio
de Juan.
El mandamiento nuevo llega
de Jesús como un don, no como una imposición y menos como un legalismo, y es
que como discípulos nos amemos unos a otros. La escuela joánica cuando se
refiere al amor lo hace siempre dirigido a la comunidad cristiana porque es un
don recibido de Jesucristo que a su vez lo ha recibido del Padre (15,9), por
eso es "nuevo" porque no viene de una moral externa sino del don que
nos ha sido dado.
Al final, el planeta
asimiló al meteorito...
Prof. Mauricio Shara
Esta reflexion me ha tocado muy profundamente, mas alla que el Evangelio de Jn., es el del amor por excelencia. De ese don que nos ha sido dado, el don del amor y por el cual seremos juzgados al final de nuestra vida.!!!!!!!!!!
ResponderBorrarETEL
Habremos todos asimilado al meteorito.? Lo que queda claro que el Evangelio de Jn.,es el Evangelio del amor por excelencia...! El amor es un don que a todos nos ha sido dado y debemos darlo a los demas...!!!!!!!!!!!!!!
ResponderBorrarETEL