1 «Les aseguro que el que no entra por la puerta en
el corral de las ovejas, sino por otro lado, es un ladrón y un asaltante. 2 El
que entra por la puerta es el pastor de las ovejas. 3 El guardián le abre y las
ovejas escuchan su voz. Él llama a cada una por su nombre y las hace salir. 4
Cuando las ha sacado a todas, va delante de ellas y las ovejas lo siguen,
porque conocen su voz. 5 Nunca seguirán a un extraño, sino que huirán de él,
porque no conocen su voz». 6 Jesús les hizo esta comparación, pero ellos no
comprendieron lo que les quería decir. 7 Entonces Jesús prosiguió: «Les aseguro
que yo soy la puerta de las ovejas. 8 Todos aquellos que han venido antes de mí
son ladrones y asaltantes, pero las ovejas no los han escuchado. 9 Yo soy la
puerta. El que entra por mí se salvará; podrá entrar y salir, y encontrará su
alimento 10 El ladrón no viene sino para robar, matar y destruir. Pero yo he
venido para que las ovejas tengan Vida, y la tengan en abundancia. (Juan 10,1-10)
Ubicación y
estructura (mapa)
En
primer término, la sección litúrgica (1,1-10) se encuentra dentro del llamado
Libro de los Signos entre los caps. 1-12 del Evangelio, allí encontramos 7
episodios con 7 signos:[1]
·
I
episodio: "Nuevo comienzo": 2,1-4,42. I Signo: convierte el agua en
vino (2,1-11).
·
II
episodio: "Palabra viva": 4,46-5,47. II Signo: curación del hijo de
un funcionario (4,46-54) y III Signo: curación de un enfermo en la piscina
(5,1-18).
·
III
episodio: "Pan vivo": cap.6. IV Signo: multiplicación de los panes
(6,1-15) y V signo: Jesús camina sobre el agua (6,16-21).
·
IV
episodio: "Jesús es la luz del mundo": caps.7-8.
·
V
episodio: "Nueva luz y vida en abundancia" 9,1-10,21 + 10,22,39 (Fiesta
de la Dedicación). VI Signo: curación de un ciego de nacimiento (9,1-40).
·
VI
episodio: "Jesús vence a la muerte": 11,1-53. VII Signo: resurrección
de Lázaro (11,1-44).
·
VII
episodio: "El significado de la luz del mundo": 12,37-50.
Entonces,
nuestra sección litúrgica está en el texto del V episodio del Libro de los
Signos: 9,1-10,39. Luego, tenemos dentro del V episodio:[2]
·
Relato
de la curación de un ciego de nacimiento 9,1-40 (VI signo).
·
La
imagen de la puerta (10,1-10).
·
La
imagen del pastor (10,11-21).
·
La
fiesta de la Dedicación (10,22-39).
Podemos
apreciar la diferencia de forma entre 9,1-40 (relato de curación) y las
imágenes posteriores que responden a un desarrollo en base a símbolos (puerta y
pastor). Luego, la sección de 10,22-39 está construida en base a diálogos.
Ahora
nos centraremos en la imagen de la puerta (10,1-10) ¡nuestra sección
litúrgica!:
·
Parábola
de la puerta (vv.1-5)
·
Intervención
del narrador omnisciente (v.6)
·
Explicación
de la parábola (vv.7-10)
Algunas
notas:[3]
Comienza
el v.1 con amén amén en griego
Comienza
el v.7 con amén amén en griego
Jesús
dice "Yo soy" ego eimi en
v.7
Jesús
dice "Yo soy" ego eimi en
v.9
Ahora,
leemos adentro de la sección y la ordenamos proponiendo:[4]
A.
"Amén amén" El que no
entra por la puerta: ladrón y salteador v.1
B.
El que entra por la puerta: pastor v.2
B'.
Cómo se relaciona el pastor con el guardián y las ovejas vv.3-4
A'.
Cómo reaccionan las ovejas con el extraño v.5
Enlace:
Comentario del narrador. Los fariseos no entienden v.6
B.
"Amén amén" - "Yo soy". Jesús es la puerta de
las ovejas para los pastores v.7
A.
Las ovejas no escuchan a los ladrones v.8
B'.
"Yo soy". Jesús es la
puerta para las ovejas v.9
A'.
La causa de los malos pastores v.10a
B''.
La causa de los buenos pastores v.10b.
Según
estas estructuras que proponemos habría dos unidades menores (cada una empieza
por "amén amén"):
1)
Amén amén comienza el mashal de
vv.1-5
2)
Amén amén comienza la serie de explicaciones metafóricas de vv.7-9
Luego,
se enlazan por el comentario del narrador en v.6, pero dependientes entre sí
(relación A-B, en los A se refiere a Jesús, en los B se refiere a los malos
dirigentes). En la primera hay un esquema concéntrico con su centro en los
vv.2-4 con la imagen del "pastor" que luego desarrollará a partir del
v.11 ("el pastor, el bueno"). En la segunda hay una alternancia, lo
que se resalta son las palabras de Jesús respecto a sí mismo vv.7.9.10b. Lindo
ejercicio resulta poner todo esto junto: vv.2-4.7.9.10b. Lo que nos permite
descubrir el énfasis son los dos "Yo soy" de Jesús sobre la misma
puerta:
1)
Yo soy la puerta (de las ovejas para los pastores) v.7
2)
Yo soy la puerta (para las ovejas) v.9
Género literario
No es nada fácil. Se
trata de una sección dominada por la imagen de la "puerta",
estrechamente ligada a la imagen del "pastor", también visible en la
sección (10,1-10). "En hebreo hay un
solo término, másal, para designar todas las ilustraciones figurativas:
parábola, alegoría, proverbio, máxima, semejanza, metáfora, etc."[5] La
versión argentina traduce "comparación" en el v.6 y es correcto ya
que en los vv.1-5 encontramos una "comparación por semejanza extendida"
(parábola). La palabra griega para "parábola" en v.6 es paroimía, que no quiere decir
"parábola" sino "discurso secreto" o "cuadro
simbólico".[6]
Luego, los vv.7-10 son explicaciones metafóricas del mashal de Jesús de los vv.1-5. Así proponemos "mashal" y
"explicaciones metafóricas".[7]
Comentario
I. Jesús propone
un mashal: 1 «Les aseguro que el que no entra
por la puerta en el corral de las ovejas, sino por otro lado, es un ladrón y un
asaltante. 2 El que entra por la puerta es el pastor de las ovejas. 3 El
guardián le abre y las ovejas escuchan su voz. Él llama a cada una por su
nombre y las hace salir. 4 Cuando las ha sacado a todas, va delante de ellas y
las ovejas lo siguen, porque conocen su voz. 5 Nunca seguirán a un extraño,
sino que huirán de él, porque no conocen su voz».
Este mashal va dirigido, especialmente, a los fariseos (ver 9,39-41). Sin
duda, que lo que subyace a toda la perícopa sobre "el Pastor, el
Bueno" (10,1-21) es, fundamentalmente, la profecía de Ezequiel 34,3-31 a
los malos pastores (dirigentes del pueblo), leámosla y notemos el tono crítico:
3 Pero ustedes se
alimentan con la leche, se visten con la lana, sacrifican a las ovejas más
gordas, y no apacientan el rebaño. 4 No han fortalecido a la oveja débil, no
han curado a la enferma, no han vendado a la herida, no han hecho volver a la
descarriada, ni han buscado a la que estaba perdida. Al contrario, las han
dominado con rigor y crueldad. 5 Ellas se han dispersado por falta de pastor, y
se han convertido en presa de todas las bestias salvajes. Mis ovejas se han
dispersado, 6 y andan errantes por todas las montañas y por todas las colinas
elevadas. ¡Mis ovejas están dispersas por toda la tierra, y nadie se ocupa de
ellas ni trata de buscarlas! 7 Por eso, pastores, oigan la palabra del Señor. 8
Lo juro por mi vida –oráculo del Señor–: Porque mis ovejas han sido expuestas a
la depredación y se han convertido en presa de todas las fieras salvajes por
falta de pastor; porque mis pastores no cuidan a mis ovejas; porque ellos se
apacientan a sí mismos, y no a mis ovejas; 9 por eso, pastores, escuchen la
palabra del Señor:10 Así habla el Señor: Aquí estoy yo contra los pastores. Yo
buscaré a mis ovejas para quitárselas de sus manos, y no les dejaré apacentar
mi rebaño. Así los pastores no se apacentarán más a sí mismos. Arrancaré a las
ovejas de su boca, y nunca más ellas serán su presa. 11 Porque así habla el
Señor: ¡Aquí estoy yo! Yo mismo voy a buscar mi rebaño y me ocuparé de él. 12
Como el pastor se ocupa de su rebaño cuando está en medio de sus ovejas
dispersas, así me ocuparé de mis ovejas y las libraré de todos los lugares
donde se habían dispersado, en un día de nubes y tinieblas. 13 Las sacaré de
entre los pueblos, las reuniré de entre las naciones, las traeré a su propio
suelo y las apacentaré sobre las montañas de Israel, en los cauces de los torrentes
y en todos los poblados del país. 14 Las apacentaré en buenos pastizales y su
lugar de pastoreo estará en las montañas altas de Israel. Allí descansarán en
un buen lugar de pastoreo, y se alimentarán con ricos pastos sobre las montañas
de Israel. 15 Yo mismo apacentaré a mis ovejas y las llevaré a descansar
–oráculo del Señor–. 16 Buscaré a la oveja perdida, haré volver a la
descarriada, vendaré a la herida y curaré a la enferma, pero exterminará a la
que está gorda y robusta. Yo las apacentaré con justicia. 17 En cuanto a
ustedes, ovejas de mi rebaño, así habla el Señor: Yo voy a juzgar entre oveja y
oveja, entre carneros y chivos. 18 ¿No les basta con apacentarse en buenos
pastizales, que pisotean el resto del pasto? ¿No les basta con beber agua limpia,
que enturbian el resto con sus pies? 19 ¡Así mis ovejas tienen que comer lo que
ustedes han pisoteado, y tienen que beber lo que ustedes han enturbiado con sus
pies! 20 Por eso, así les habla el Señor: Yo mismo voy a juzgar entre la oveja
gorda y la oveja flaca. 21 Porque ustedes han empujado con el costado y con la
espalda, y han atacado con los cuernos a las más débiles hasta dispersarlas
fuera del pastizal, 22 yo acudiré en auxilio de mis ovejas y ellas no estarán
más expuestas a la depredación: yo juzgaré entre oveja y oveja. 23 Suscitaré al
frente de ellas a un solo pastor, a mi servidor David, y él las apacentará: las
apacentará y será su pastor. 24 Yo, el Señor, seré su Dios, y mi servidor David
será príncipe en medio de ellas. Yo, el Señor, he hablado. 25 Yo estableceré
para ellos una alianza de paz y haré desaparecer del país a las bestias
feroces. Ellos habitarán seguros en el desierto y dormirán en los bosques. 26
Haré que ellos y los alrededores de mi colina sean una bendición, y haré caer la
lluvia a su debido tiempo, una lluvia de bendición. 27 Loa árboles del campo
darán sus frutos y la tierra dará sus productos, y ellos vivirán seguros en su
propio suelo. Y cuando rompa las barras de su yugo y los libre de las manos de
los que los tienen esclavizados, sabrán que yo soy el Señor. 28 Ya no serán
presa de las naciones ni los devorarán las bestias salvajes. Vivirán seguros,
sin que nada los perturbe. 29 Y haré brotar para ellos una plantación famosa:
no habrá más víctimas del hambre en el país ni tendrán que soportar los
insultos de las naciones. 30 Así sabrán que
yo, el Señor, estoy con ellos, y que ellos son mi Pueblo, la casa de Israel
–oráculo del Señor–. 31 Ustedes, mis ovejas, son el rebaño humano que yo
apaciento, y yo soy su Dios –oráculo del Señor–.
Si comparáramos sinópticamente los dos textos observaríamos
mejor aún la relación. También se parecen otras Escrituras del AT: Ezequiel 36;
Jeremías 23 y hasta el Salmo 23.
Aunque este mashal
va dirigido, especialmente, a los fariseos, resulta curioso, ya que los
dirigentes del pueblo eran más bien los saduceos, bajo el imperio romano. Por
eso, es probable que el trasfondo vital (sitz
im leben) del texto joánico sea la comunidad cristiana que se describe en I
Jn 2,18-23 en donde algunos dejaban el redil para fundar sus propias "comunidades"
alrededor de cada uno. La biblista africana Teresa Okure comenta que esto
ocurre también hoy, en donde este tipo de sujetos no son "pescadores"
sino "segadores de hombres" y actúan por egoísmo e intereses
comerciales. Asimismo, otros van de "iglesia" en "iglesia"
buscando su mesías, a su medida, que le resuelva todos los problemas de manera
inmediata, "un Dios milagrero" del tipo del que buscaba la multitud en
Jn 6.[8]
Hna. Teresa Okure
Los vv. centrales (2-4) describen el accionar de "el pastor, el
bueno" para con las ovejas. Son 7 acciones:
1.
Entra por la puerta
2.
Le abre el guardián
3.
Las ovejas escuchan su voz
4.
Las llama por su nombre
5.
Las hace salir (a todas)
6.
Va delante de las ovejas
7.
Las ovejas lo siguen (porque conocen su voz)
II. Comentario del narrador: 6 Jesús les hizo
esta comparación, pero ellos no comprendieron lo que les quería decir.
"El fallo no consiste primariamente en un problema de
orden intelectual; se trata más bien de una negativa deliberada a aceptar el
desafío que entrañan las parábolas. En los evangelios sinópticos ese desafío se
centra en torno al reino de los cielos; en Juan se centra en torno a Jesús
mismo".[9]
Los fariseos, en
el Evangelio, nunca comprenden la Palabra de Dios, siempre están
"enfrascados" en sus propias ideologías. Al contrario, la religión de
Jesucristo es una religión de entendimiento y práctica. Los fariseos, en los
Evangelios, se obstinaban en enseñar prácticas que al final ni siquiera
practicaban.
III. Jesús explica el mashal con metáforas: 7 Entonces Jesús
prosiguió: «Les aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. 8 Todos aquellos
que han venido antes de mí son ladrones y asaltantes, pero las ovejas no los
han escuchado. 9 Yo soy la puerta. El que entra por mí se salvará; podrá entrar
y salir, y encontrará su alimento 10 El ladrón no viene sino para robar, matar
y destruir. Pero yo he venido para que las ovejas tengan Vida, y la tengan en
abundancia.
I metáfora: "Yo soy la puerta de las
ovejas".
Por lo que sigue en el v.8 sabemos que se refiere a la puerta para los
pastores: Todos
aquellos que han venido antes de mí son ladrones y asaltantes, pero las ovejas
no los han escuchado. "La desdichada sucesión de dirigentes sacerdotales y
políticos que va desde los tiempos de los Macabeos hasta los de Jesús
ciertamente podría caracterizarse como una serie de falsos pastores, ladrones y
bandidos. Por otra parte, también los fariseos se habían manchado en las luchas
por el poder político durante los períodos asmoneo y herodiano. El duro
lenguaje que se emplea en esta parte de la explicación de la parábola puede muy
bien compararse con el de Mt 23, donde Jesús dirige sus ataques contra el
injusto ejercicio de la autoridad sobre el pueblo por parte de escribas y
fariseos".[10]
II metáfora: "Yo soy la
puerta". Por
lo que sigue sabemos que se refiere a la misma puerta pero en relación a las
ovejas: El
que entra por mí se salvará; podrá entrar y salir, y encontrará su alimento. ¡Jesús es la puerta
de la salvación! Se parece a lo dicho en Juan 14,6. Compárese con el Salmo
118,20: «Esta
es la puerta del Señor: sólo los justos entran por ella». El mismo Jesús que se ofrece como agua viva y como pan vivo, se ofrece
como puerta hacia los pastos.
Luego, el v.10 parece retomar el lenguaje
"mashálico" anterior (vv.1-5) para expresar una verdad que supera el
ampliamente el tiempo del ministerio público de Jesús. "Éste, que llega únicamente para robar, matar y destruir, se parece
más bien al que «viene en su propio nombre» de 5,43, es decir, al representante
genérico de las tinieblas y rival del Hijo".[11] El ladrón no viene
sino para robar, matar y destruir. Pero yo he venido para que las ovejas tengan
Vida, y la tengan en abundancia.
Resume así, qué fuerzas espirituales se mueven siempre en relación a todo lo
expuesto.
Conclusión
Jesús es la puerta de las ovejas para los pastores
v.7 y Jesús es la puerta para las ovejas v.9. ¡Recibamos
el Reino de Dios como los niños del Evangelio, es decir como los "pobres
entre los pobres" y no como los encantados niños de Hamelín que van
ilusionados tras el mago flautista para ser encerrados en una cueva! Los que
entramos por Jesús tenemos libertad para "entrar y salir" porque Él nos
ha dado Vida en abundancia, por eso no necesitamos "comprarla" porque
además, no se puede comprar, ni vender. ¡Jesucristo es nuestro Salvador y
Pastor Bueno!
Prof. Mauricio Shara
[1] Seguimos a con variaciones a C.H. Dodd, Interpretación del Cuarto Evangelio, Madrid, 1978, 299-390.
[7] Metáfora: Del gr. metaforá (transferencia). Es una figura
literaria que consiste en transferir a una cosa el significado de otra sin
aviso previo por una analogía entre ambas cosas. Se parece al símil pero no utiliza
el adverbio "como" sino que apela a una mayor imaginación y
sentimiento.
El es Puerta, Camino y Meta. Es mas las ovejas de su redil, aun con falecias y debilidades
ResponderBorrarhemos aprendido a oir su voz...!!!!!!!
ETELVINA