1 Entonces Jesús fue llevado por el
Espíritu al desierto, para ser tentado por el demonio. 2 Después de ayunar
cuarenta días con sus cuarenta noches, sintió hambre. 3 Y el tentador,
acercándose, le dijo: «Si tú eres Hijo de Dios, manda que estas piedras se
conviertan en panes». 4 Jesús le respondió: «Está escrito: "El hombre no
vive solamente de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios"».
5 Luego el demonio llevó a Jesús a la Ciudad santa y lo puso en la parte más
alta del Templo, 6 diciéndole: «Si tú eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque
está escrito: "Dios dará órdenes a sus ángeles, y ellos te llevarán en sus
manos para que tu pie no tropiece con ninguna piedra"». 7 Jesús le
respondió: «También está escrito: "No tentarás al Señor, tu Dios"». 8
El demonio lo llevó luego a una montaña muy alta; desde allí le hizo ver todos
los reinos del mundo con todo su esplendor, 9 y le dijo: «Te daré todo esto, si
te postras para adorarme». 10 Jesús le respondió: «Retírate, Satanás, porque
está escrito: "Adorarás al Señor, tu Dios, y a él solo rendirás
culto"». 11 Entonces el demonio lo dejó, y unos ángeles se acercaron para
servirlo. (Mateo 4,1-11).
Introducción
La sección litúrgica está compuesta por
una perícopa: Mt 4,1-11. La misma forma parte del comienzo de las actividades
de Jesús, desde la predicación de Juan el Bautista hasta la elección de los
primeros cuatro discípulos: Mt 3,1-4,22. Notemos que Mateo es el único
evangelio en donde tanto Juan Bautista como Jesús predican "el Reino de
Dios" (cf. 3,1-2; 4,17). Hay dos grandes corrientes de interpretación,[1] ambas muy válidas o consistentes:
1) Interpretación humanista en la que
el Señor es el hombre auténtico que resiste las tentaciones y triunfa sobre el
mal.
2) Interpretación cristológica en la
que el Señor es el Mesías que resiste las tentaciones y triunfa sobre el
diablo.
En la 2) encontramos también dos
variantes:
a) una variante que ve a Jesús como el
Hijo de Dios que supera la prueba que no pudo pasar "el hijo Israel"
en el desierto.
b) otra variante que asocia las
tentaciones superadas, respectivamente, por medio del triple oficio de Jesucristo:
profeta, sacerdote y rey.
Género literario
No se trata de un relato de visión ya
que Jesús debate con el diablo como un ser real, el cual se ha presentado con
características humanas, es decir, se acerca, habla, tienta y se va. La
tradición mateana, bajo la inspiración del Espíritu Santo, se nutre de Mc
1,12-13 que no presenta un detalle, y de Q (fuente común con Lc) que el
evangelista sigue sin hacer ninguna aportación significativa. Entonces,
proponemos: un relato de hechos reales en lenguaje mitológico.[2] Decimos esto no como
llaman ignorantemente los mass media
a una mentira (mito) sino que el lenguaje de la perícopa es mitológico porque
el diablo se comporta como humano. Lo cual no significa que hable de una
ilusión sino de hechos reales en lenguaje mitológico.
Estructura
Podemos descubrir una estructura
siguiendo el contenido de la perícopa:
Introducción al relato (vv.1-2)
I tentación (v.3)
I respuesta de Jesús (v.4)
II tentación (vv.5-6)
II respuesta de Jesús (v.7)
III tentación (vv.8-9)
III respuesta de Jesús (v.10)
Conclusión: El diablo se aleja luego de
tentar y unos ángeles se acercan a servir (v.11)
Expresiones que pueden presentar dificultades
La palabra demonio en la versión argentina es diabolon en griego (v.1), siempre se
habla del diablo en la perícopa y no de "demonios". Está tomado de la
Septuaginta que traduce satana (el acusador)
en hebreo por diabolo (el que divide,
el que arroja hacia los extremos, el extremista) para ser entendido por los
judíos de la diáspora.
La traducción "acercándose" del v.3 corresponde a
la palabra griega proselthon del
verbo proserjomai. Esta palabra no
reviste un carácter especial y significa simplemente: acercarse, venir, llegar.
El evangelista la usa muchas veces para referirse a todo tipo de personas. Lo
decimos a fin de entender mejor la "forma humana" que tiene el diablo
en este relato y por tanto dijimos que el texto tiene un lenguaje mitológico.
"El hombre no vive solamente de pan, sino de
toda palabra que sale de la boca de Dios" (v.4).
Es cita de Dt 8,3 textual de la Septuaginta:[3]
οὐκ ἐπ᾽ ἄρτῳ μόνῳ ζήσεται ὁ ἄνθρωπος, ἀλλ᾽ ἐπὶ παντὶ ῥήματι τῷ διὰ
στόματος θεοῦ. La dificultad no radica en la expresión sino en
algunas interpretaciones exageradas. La palabra "solamente" es mono en gr. y significa: únicamente. Es
una frase profética en un tono sapiencial que invita a una integración entre el
alimento físico y el espiritual. La preposición epi (acerca, alrededor) nos propone una dependencia de la Palabra
de Dios epi manti remati, y a su vez
está en presente, continuamente "sale de la boca de Dios".
"No tentarás al Señor, tu Dios" (v.7).
Es cita de Dt 6,16, textual de la Septuaginta: Οὐκ
ἐκπειράσεις κύριον τὸν θεόν σου. Es interesante porque el texto
hebreo habla de un Dios comunitario pero el hagiógrafo toma la versión griega
aunque el evangelio mateano predique a un "Dios con nosotros"
(Emanuel), se nota así el texto que del AT que mira Mateo en las diáspora. Acá,
de paso, podemos entender hoy la importancia, como cristianos, de un Dios que
es tanto personal como comunitario. Luego, la palabra "tentarás" en
griego es ekpeiraseis que en el NT se
usa siempre en relación a Dios (Lc 4,12; I Co 10,19) y sólo en Lc 10,25 en
relación a Jesucristo hombre. La particularidad la da el prefijo ek que connota una exploración prohibida
porque es imposible y por tanto vana de sentido (es imposible tentar a Dios),
nótese la diferencia con el v.1 en que dice que "Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para
ser tentado por el demonio", en este caso la palabra es peirasthenai y no hay prefijo ek en griego. Es decir, que el texto nos
presenta a Jesús tentado por el diablo en su humanidad.
"Retírate, Satanás". La palabra "retírate" es traducción del griego
"hypage" que viene a significar: apártate abajándote, implicando
humillación (por la preposición hypo).
Así descubrimos más sentido en la cita de Jesús: "Adorarás
al Señor, tu Dios, y a él solo rendirás culto". Luego, la palabra
culto es latreyseis, es decir, se
refiere al culto latría sólo reservado a Dios.
En general, la perícopa era dificultosa en la antigüedad porque se
veía en ella a un Jesús como "demasiado humano" y en la modernidad la
dificultad ha sido por ver en ella a un Jesús como "sobre humano". De
hecho, podemos notar como hubo santos padres que salieron a defender la
condición divina de Jesucristo. San Gregorio Magno comenta:
"Pero sépase
que la tentación se hace de tres maneras: por sugestiones, por delectaciones y
por consentimiento. Cuando nosotros somos tentados, empezamos por la sugestión,
cayendo después en la delectación y en el consentimiento, pues obramos según
las tendencias del pecado, propagado con la naturaleza, y por ello sufrimos las
tentaciones. Pero Dios que se había encarnado en las entrañas de una Virgen,
había venido al mundo sin pecado; por ello, ninguna lucha debía sentir en sí.
Pudo ser tentado por sugestión, pero la delectación no pudo ofender su
inteligencia y por ello, aquella tentación del diablo fue exterior y no afectó
al interior".[4]
Propuesta de diversas interpretaciones
Esta vez intentaremos hacer un comentario siguiendo
las dos grandes interpretaciones y las dos variantes de la cristológica, de las
que hablamos en la introducción de este estudio:
1) Interpretación humanista
En esta hermenéutica Jesús es el hombre auténtico u
hombre propiamente humano que vence la tentación del materialismo de convertir
piedras en panes con el alimento espiritual de la Palabra de Dios. Luego, vence
la tentación del sensacionalismo de arrojarse del Templo con la correcta
ubicación como ser humano. Y finalmente, vence la tentación del poder político
ubicándose como adorador de Dios. San Juan Crisóstomo comenta:
"Cualquiera
que seas, por grandes que sean las tentaciones que sufras después del bautismo,
no te turbes por ello, más bien permanece firme. Pues has recibido las armas
para combatir, no para estar ocioso. Y esa es la razón por la que Dios no te
exceptúa de las tentaciones. Primero, para que te des cuenta que ahora eres
mucho más fuerte. Segundo, para que te mantengas en moderación y humildad y no
te engrías por la grandeza de los dones recibidos. Tercero, para que el demonio
que acaso duda si realmente lo has abandonado, por la prueba de las
tentaciones, puede tener seguridad de que te has apartado de él. Cuarto, la
resistencia te hace más fuerte que el hierro mejor templado. Quinto, las
tentaciones te dan la mejor prueba de los preciosos tesoros que se te han
confiado. Pues, si no hubiera visto el diablo que estás ahora constituido en más
alto honor y altura, no te tentaría".[5]
2) Interpretación cristológica
Jesús es el Mesías que vence al diablo de manera
triple. De esta manera nos dice qué clase de Mesías es Jesús. En primer lugar
Jesús es un taumaturgo que hace milagros necesarios, pero no es un mago
milagrero, no se sirve del pensamiento mágico. En segundo lugar Jesús es un
líder religioso pero no se sirve del sensacionalismo para ser visto y escuchado.
En tercer lugar Jesús es un líder universal pero no se sirve del poder político
para ejercer su oficio. San Jerónimo aporta: "Fue
llevado, no obligado, ni cautivo, sino por el deseo de combatir".[6]
a) Cristológica - Hijo de Dios. Jesús es el nuevo
Israel, el Hijo que supera la prueba que no superó Israel en el desierto (cf.
Dt 8,2-3). La referencia está también en el evangelio de la infancia (Mt 2,15).
b) Cristológica - Triple oficio. Primero Jesús
supera la tentación del milagrismo como profeta de Dios. Luego, Jesús supera la
tentación del sensacionalismo en el Templo como sacerdote de Dios. Finalmente,
Jesús supera la tentación del poder político como rey de Dios. Esta
interpretación es muy bonita pero no del todo consistente ya que la relación
más clara en Mt 4,1-11 es la de Jesús como profeta.
Algunos textos patrísticos que concuerdan a favor
de esta interpretación:
Jesús
profeta:
"Este
testimonio está tomado del Deuteronomio. Por lo que, si alguno no se alimenta
de la palabra de Dios, no puede vivir, porque así como el cuerpo humano no
puede vivir sin el alimento terreno, así el alma no puede vivir sin la palabra
de Dios. Se dice que la palabra procede de la boca de Dios, cuando manifiesta
su voluntad, por medio de las Sagradas Escrituras".[7]
Jesús sacerdote:
"¿Por qué se
ofreció a ser tentado? Para constituirse en mediador que venciese las
tentaciones, no sólo con su auxilio, sino con su ejemplo".[8]
Jesús rey:
"Debe
admirarse también la locura del demonio. Le prometía dar los reinos de la
tierra a quien da a sus fieles los reinos del cielo y la gloria mundana a quien
es Señor de la gloria celestial".[9]
Conclusión
La perícopa puede tener diversas
interpretaciones aunque sigue respondiendo esencialmente a que la experiencia
del mal no radica solamente en la libertad y en la defectibilidad del hombre
sino que el mal puede ejercer una influencia externa sobre él, eso lo que
llamamos "diablo" o el mal personificado.
Luego, las tentaciones que supera Jesús
no son cotidianas, se trata de una experiencia extrema que el Mesías supera
venciendo al diablo con su obediencia a Dios, para que tengamos confianza en el
Hijo de Dios.
Pero resulta saludable que los líderes
religiosos actuales no se valgan del pensamiento mágico, ni del sensacionalismo,
ni del poder político para ejercer un ministerio cristiano. También, resulta
saludable que el profetismo de la Iglesia lo señale.
"Adorarás al Señor, tu Dios, y a
Él solo rendirás culto"
Prof. Mauricio Shara
Excelente Mauricio! Muy claro. Me alegra mucho saber de tu trabajo. Te continuaré leyendo. Saludos cordiales!
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