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jueves, 26 de junio de 2014

"Pedro, la roca y las llaves" Estudio bíblico básico sobre Mateo 16,13-19. Aporte para la Solemnidad de san Pedro y san Pablo, apóstoles (A)



 
13 Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?». 14 Ellos le respondieron: «Unos dicen que es Juan el Bautista; otros Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas». 15 «Y ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy?». 16 Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo». 17 Y Jesús le dijo: «Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo. 18 Y yo te digo: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella. 19 Yo te dará las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo». (Mateo 16,13-19).
 

 
Introducción
 
Podemos hallar la sección litúrgica:
 
·         Según B.W. Bacon dentro del Cuarto Libro de Mateo: "La Iglesia primicia del Reino de los Cielos" (13,53-18,35), en la parte narrativa (13,53-17,27).
·         Según J.D. Kingsbury: "La proclamación de Jesús el Mesías" (4,17-16,20), cuyo texto sería: "El repudio de Israel hacia Jesús" (11,2-16,20).
·         Según R. Aguirre Monasterio en la cuarta parte del libro "Jesús se retira y se centra cada vez más en los discípulos" (13,1-17,27).
·         Según Wim Weren en el texto bisagra de 16,13-28: "El Hijo de Dios es un Mesías sufriente".
·         Según U. Luz en la parte "El retiro de Jesús fuera de Israel y la génesis de la comunidad" (13,53-16-20), luego el texto sería "La segunda demanda de señales y retirada a Cesarea de Filipo" (16,1-20).
 
"Mc 8, 27-30 es la fuente de vv. 13-16.20. La reelaboración mateana se detecta en casi todo el texto".[1]
 
El gran problema que ofrece la interpretación de la sección es la objeción de muchos exégetas, especialmente protestantes aunque no todos, al origen de la palabra "Iglesia" como derivada del mismo Jesucristo, el argumento más fuerte a esta objeción consiste en decir que la palabra "Iglesia" sólo aparece en todos los Evangelios aquí y en Mt 18,17:[2] "Si se niega a hacerles caso, dilo a la comunidad (ekklesía). Y si tampoco quiere escuchar a la comunidad (ekklesías), considéralo como pagano o publicano". Se plantea entonces cuál es el origen del dicho de Jesús para lo cual existen tres grandes hipótesis:
 
1)    Deriva directamente de Jesús
2)    Es producto de la comunidad arameo parlante
3)    Es producto de una comunidad griego parlante
  
Esta cuestión, más ciertas expresiones difíciles, hacen imposible una interpretación subjetiva desde meros existencismos actuales que respete al texto (como sugieren algunos ideológicamente: "partimos desde nuestros existencismos"), aunque nunca es posible hacerlo bien así sino al revés, es decir, que hay que partir desde la res (el texto) y respetar su alteridad. Para actualizar decentemente la Palabra de Dios (nueva hermenéutica) es necesario primero aproximarnos respetuosamente a saber qué dice el autor sagrado inspirado por el Espíritu Santo y sólo después, si se quiere, arremeter con un "salto hacia los existencismos" para hacer aplicaciones que nos resulten cercanas y con las cuales nos podamos identificar. De lo contrario, nos encontraremos siempre con lamentables lecturas ideológicas de la Biblia, en donde una ideología se impone siempre por la fuerza, en donde la verdad interesa "un comino" ya que solo se avizora una supuesta utilidad, en donde se pierde la alteridad del texto casi por completo y por tanto en donde también se pierde la Revelación por la acción de una perversa "bajada de línea" del moralismo político. Por eso, trataremos con amor a la Palabra de Dios renunciando a toda ideología a la hora de buscar sentido y nos ubicaremos como personas de nuestro tiempo que respetan la Sagrada Escritura, al autor sagrado y sobre todo al Espíritu Santo (de quien no somos los dueños y por tanto no es nuestro esclavo).      
 
Estructura
 
Siguiendo la propuesta de Ulrich Luz podemos dividir el texto (16,1-20) en tres perícopas:
 
1)    16,1-4 segunda demanda de señales y retirada de Jesús
2)    16,5-12 advertencia sobre las doctrinas de fariseos y saduceos
3)    16,13-20 segunda confesión sobre el Hijo de Dios y la promesa a Pedro
 
La primera demanda de señal está en 12,38; la primera confesión sobre el Hijo de Dios es en 14,22-33; además, el de 16,1-4 es el tercer retiro de Jesús (los anteriores están en 14,13 y 15,21.  
 
A grandes rasgos se distinguen 3 grupos en la perícopa:
 
1.    vv.13-16 diálogo entre Jesús y sus discípulos
2.    vv.17-19 breve discurso de Jesús
3.    v.20 orden de Jesús a sus discípulos
 
Secuencias de la perícopa:
 
v.13 pregunta de Jesús a sus discípulos
v.14 respuesta de los discípulos
v.15 pregunta de Jesús a sus discípulos
v.16 respuesta de Pedro
v.17 Bienaventuranza hacia Pedro
v.18-19 Logion sobre el ministerio de Pedro
v.20 orden de Jesús a sus discípulos en relación al v.16: secreto mesiánico.
 
Entonces, en los vv.13-16 hay una construcción dialógica, en los vv.17-19 hay un discurso que sube en fuerza e intensidad (una anábasis), en el v.20 hay una orden en relación al v.16. Luego, hay una estrecha relación con la perícopa siguiente (16,21-28).
 
Comentario
 
Diálogo entre Jesús y sus discípulos: 13 Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?». 14 Ellos le respondieron: «Unos dicen que es Juan el Bautista; otros Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas». 15 «Y ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy?». 16 Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo».
 
Jesús llega a Cesarea de Filipo, muy al norte (ver mapa), cerca de las fuentes del río Jordán.
El "Hijo del hombre" es una expresión de Jesús acerca de sí mismo que Mateo usa 30x y todo el NT usa 84x, destacándose los Evangelios, se trata de una expresión que lamentablemente se ha perdido en la cristología desde la teología patrística en adelante, prefiriéndose de manera desmedida la expresión "Hijo de Dios". Mateo utiliza la expresión "Hijo del hombre" de tres grandes formas:[3]
 
Referida a la existencia terrena 8x (8,20; 9,6; 11,19; 12,8.32; 13,37; 16,13; 20,28)
Referida a la pasión, muerte y resurrección 9x (12,40; 17,9.12.22; 20,18; 26.2.24bis.45)
Referida a la vida posterrena 13x (10,23; 13,41; 16,27-28; 19,28; 24,27.30bis.37.39.44; 25,31; 26,24)
 
Siempre Jesús la expresa en tercera persona, probablemente porque se resumen allí las esperanzas escatológicas, apocalípticas y mesiánicas de los judíos en la hermenéutica de la Iglesia primitiva, también porque muchas veces la usa de manera apologética para defenderse de los ataques de sus opositores apelando al carácter misterioso del título de "Hijo del hombre" y su relevancia para las esperanzas del pueblo. Así, aparece ante nosotros una faceta tan importante como olvidada del Jesús histórico: la de un hombre de fuerte personalidad y carisma. Pero por sobre todo, la humanidad de Jesús, aquella que se tendía a olvidar por la influencia gnóstica, reaccionando la Iglesia primitiva con la redacción de los Evangelios que buscaban no olvidar el carácter histórico de Jesús en contra del espiritualismo gnóstico que sólo lo consideraba divino. ¡Hombre! así traduce genialmente Luis Alonso Schökel en la Biblia del Peregrino Mt 16,13.  
 
«Unos dicen que es Juan el Bautista; otros Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas». Creen que es Juan el Bautista como en 14,2. Jesús no es Elías (17,12). Mateo cita a Jeremías en 2,17 y 27,9 (además en IV Esdras 2,18 Jeremías retorna). Alguno de los profetas podría ser Isaías (retorna junto a Jeremías en IV Esdras 2,18).
 
«Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo». "El Cristo; es, como en 1,17; 2,4; 11,2; 22,42; 26,63, el mesías de Israel Este mesías es verdadero Hijo de Dios, en el que el Dios Vivo actúa «con nosotros» Dios vivo es una expresión bíblica que cobró importancia en el Judaísmo greco hablante y en el Nuevo Testamento, especialmente en el anuncio misional y como fórmula breve de fe, expresión que hace referencia al Dios real que actúa en la historia, a diferencia de los ídolos paganos sin vida".[4]      
 
Breve discurso de Jesús: 17 Y Jesús le dijo: «Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo. 18 Y yo te digo: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella. 19 Yo te dará las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo».
 
Pedro aquí no es el primero ni original, Jesús ya ha felicitado a los discípulos (Mt 13,16-17), los discípulos ya han confesado a Jesús como Hijo de Dios antes que Pedro (Mt 14,33) y los oyentes del Evangelio ya han escuchado que la revelación del Hijo viene del Padre y no de los humanos (Mt 11,27). Pero la felicitación a Pedro lo pone en el centro de la escena, a quien Jesús nombra por única vez en los Evangelios con su nombre completo: Pedro hijo de Jonás, insinuando una gran solemnidad.

 
Jesús completa su felicitación con el famoso dicho de los vv.18-19. Respecto a eso podemos compartir con el estudio de referencia sobre las tradiciones de P.Benoit, M.E. Boismard, J.L. Malillos:[5] tanto Petros como petra en arameo se dice "kefa" Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia. Además, "queda claro en fin, por el símil, el significado sustancial de la roca: el fundamento rocoso promete estabilidad y perennidad a la Iglesia. Una casa construida sobre roca se mantiene en pie (cf. 7, 24s)".[6] Además, es la Iglesia de Jesucristo presentada como institución por analogía con el edificio: edificaré mi iglesia. El nuevo templo es la Iglesia.

 
Y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella. Literalmente, dice "las puertas del Hades", se creía que las tres fuentes del Jordán en Cesarea de Filipo conducían al Sheol.[7] De cualquier manera, la versión argentina traduce bien: la Iglesia es perenne. Esto porque su perennidad depende de Jesucristo y no gracias a nuestras gestiones políticas.

 
Yo te dará las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo. "¿En qué consiste el «poder de las llaves» de Pedro? Esta pregunta ha de contestarla el v. 19bc. Se espera una sentencia sobre el abrir y cerrar, como en Is 22, 22 o Ap 3, 7; pero el texto habla de atar y desatar. ¿Qué significa eso? Algunos han evocado la magia de atar y desatar  y, a partir de ahí, han considerado  el «atar» demonios (cf. Mc 3, 27) Y «desatar» posesos (menos atestiguado)".[8] Así, "designa primariamente la «prohibición» y «permisión» mediante un dictamen halákhico de los rabinos, es decir, mediante la interpretación de la Ley".[9]
 
 
Conclusión teológica
 
Ya lo hemos dicho antes, una de las principales tesis teológicas de Mateo es que Jesús es el intérprete eminente de la Torá, quien le da el sentido más profundo y verdadero. Así, la Torá para el evangelista forma parte de la gracia (cf. Mt 5,17-20) ver: http://desarrollobiblico.blogspot.com.ar/2014/02/estudio-sobre-mateo-517-37-aporte-para.html.

 
El pasaje (16,13-19) nos presenta así a Jesús como el Mesías humano y divino (Hijo del hombre e Hijo de Dios) que asegura la perennidad de la Iglesia, felicita a Pedro y lo pone en un lugar principal respecto a los discípulos, le habla como a alguien a quien le entrega una misión muy importante, cf. Jeremías 1,18-19: "Mira que hoy hago de ti una plaza fuerte, una columna de hierro, una muralla de bronce, frente a todo el país: frente a los reyes de Judá y a sus jefes, a sus sacerdotes y al pueblo del país. Ellos combatirán contra ti, pero no te derrotarán, porque yo estoy contigo para librarte –oráculo del Señor –". Pedro es la roca desde la que instituye y edifica Cristo su Iglesia.
 
Y ahora sí tratamos de llegar a nuestro contexto vital (actualización): Concediéndole así el Señor a Pedro la facultad de interpretar la Palabra de Dios auténticamente, de suyo, como Jesucristo es el Intérprete Eminente de la Palabra de Dios, así también Pedro tendrá en sus manos el Magisterio por la voluntad de quien se lo concede.
 
¡Feliz día del papa!
 
Prof. Mauricio Shara
(Profesor en Teología por la Pontificia UCA)  





[1] Ulrich Luz, El Evangelio según san Mateo. Tomo II. Salamanca, Sígueme, 1993, 595.

[2] Cf. Joseph Ratzinger, La Iglesia. Una comunidad siempre en camino, Madrid, San Pablo, 2005, 54-55.

[3] Seguimos a J. Mateos; F. Camacho, El Hijo del hombre. Hacia la plenitud humana, El Almendro, 1995, 21-40. 

[4] Ulrich Luz, El Evangelio, 603-604.

[5] Cf. Benoit, M.E. Boismard, J.L. Malillos, Sinopsis de los Cuatro Evangelios. Tomo II, Bilbao, Desclée de Brouwer, 1977, 229.

[6] Ulrich Luz, o.c., 606.

[7] Cf. Benoit, M.E. Boismard, J.L. Malillos, Sinopsis, 229.

[8] Ulrich Luz, o.c., 610

[9] Ibíd., 610.

2 comentarios:

  1. Anónimo6/27/2014

    Pedro la roca viva, sobre la cual Cristo funda su Iglesia, al mismo tiempo que crea el Sacra-
    mento de la Reconciliacion (Confesion) de ahi se desprende lo de las "llaves del Reino".!
    Pablo, el Apostol por excelencia. De Saulo de Tarso al convertirse, pasa a evangelizar a las
    naciones, es el Apostol de los gentiles.!!!
    FELIZ DIA DEL PAPA y del Papa tan unico y especial como el Papa Francisco...!!!!!!!!
    ETELVINA

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  2. Anónimo6/28/2014

    Olvide lo mas importante, ambos dieron su vida en el martirio por su Fe. Fueron verdaderos
    testigos de Cristo.
    En esta fecha, renovemos nuestro compromiso de anunciar con denuedo y heroismo la Bue
    na Noticia de la Salvacion, como ellos lo hicieron........!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
    ETELVINA

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