16 Fueron rápidamente y encontraron a María, a
José, y al recién nacido acostado en el pesebre. 17 Al verlo, contaron lo que
habían oído decir sobre este niño, 18 y todos los que los escuchaban quedaron
admirados de que decían los pastores. 19 Mientras tanto, María conservaba estas
cosas y las meditaba en su corazón. 20 Y los pastores volvieron, alabando y
glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído, conforme al anuncio
que habían recibido. 21 Ocho días después, llegó el tiempo de circuncidar al
niño y se le puso el nombre de Jesús, nombre que le había sido dado por el Ángel
antes de su concepción. (Lc 2,16-21).
A. Estudio bíblico
Una primera
mirada de "zoom"
Esta
sección litúrgica forma parte de los relatos de la infancia de Jesús del
Evangelio lucano (1,5-2,52). Luego, podemos ubicarla dentro del texto sobre el nacimiento
y la circuncisión de Jesús (2,1-21). Asimismo, podemos dividir el texto de manera
gruesa:
1)
relato del nacimiento de Jesús (2,1-7)
2)
relato del anuncio a los pastores (2,8-20)
3)
relato de la circuncisión de Jesús (2,21)
Por
tanto, nuestra sección litúrgica, aunque pequeña, abarcaría una perícopa (2,16-20)
más un apéndice (2,21).
Una
segunda mirada de "zoom"
Luego
de nuestra mirada de "zoom", tenemos iniciado el proceso para
descubrir una estructura. Si ahora releemos con atención todo el relato de
2,8-20 podemos distinguir rápidamente algunas unidades:
I
parte del relato de anuncio a los pastores (2,8-14)
II
parte del relato de anuncio a los pastores (2,15-20)
La
I parte es propiamente el anuncio del Ángel del Señor a los pastores que
concluye con una multitud de ángeles que alababa a Dios. La II parte es un
relato sobre la difusión y realización del anuncio del Ángel del Señor recibido
por los pastores que concluye con los pastores alabando a Dios por lo que
habían visto y oído.
Una
tercera mirada de "zoom". Una estructura
Concentrémonos
ahora en la II parte (2,15-20) porque incluye la lectura litúrgica que nos
interesa. Notas con algunas palabras claves:
v.15
Comienza con el "kai egéneto"
("Y aconteció") habitual de los relatos lucanos. Los pastores deciden
ir a Belén a ver la "palabra... acontecida" ("to rema...gegonós").
v.16
Encuentran a María, José y al niñito en el pesebre.
v.17
Dan a María y a José la palabra (rématos)
dada a ellos.
v18
Se asombran por lo dicho por los pastores.
v.19
María guardaba todas estas palabras (rémata)
ponderándolas en su corazón.
v.20
Los pastores vuelven de Belén alabando a Dios.
Entonces,
confirmamos que se trata propiamente de una perícopa o "unidad pequeña
redondeada" la sección (2,15-20). Ahora ordenamos nuestras notas:
v.15
Los pastores van a Belén a ver la "palabra acontecida".
v.16
Encuentran la "palabra acontecida".
v.17
Dan a conocer a todos los presentes la "palabra dada a ellos".
v.18
Reacción de todos los presentes por "lo dicho".
v.19
Reacción de María por "las palabras".
v.20
Los pastores vuelven de Belén alabando a Dios por el cumplimiento de lo dicho a
ellos.
Finalmente,
descubrimos una estructura concéntrica:
A Los pastores van a Belén (v.15)
B Encuentran a María, José y el niñito (v.16)
C Difunden a los presentes en el pesebre la
palabra oída sobre el niñito (v.17)
C'
Reacción de todos por lo dicho en el pesebre (v.18)
B'
Reacción de María (v.19)
A'
Los pastores vuelven de Belén (v.20)
El
centro son los vv.17-18, es decir, la difusión de la palabra sobre Jesús con la
presencia de Jesús y la reacción de todos los que escuchan. Ahora amerita decir
que la Navidad no se trata de un dulce cuento fantástico infantil como suele
verse en muchas películas temáticas, sino que para Lucas la Navidad es el
acontecimiento de la Palabra de Dios manifestada en un pesebre: Jesucristo.
La
composición de la sección litúrgica (2,16-21)
Concluyendo
esta parte, entonces, podemos ver que una sección litúrgica no necesariamente
coincide con una perícopa bíblica sino que puede estar compuesta
artesanalmente, como en este caso. Podemos identificar las partes que componen
la sección litúrgica 2,16-21:
1)
Se omite el v.15 aunque forma parte de la perícopa (2,15-20).
2)
Los vv.16-20 forman parte de la perícopa (2,15-20).
3)
Se agrega el v.21 aunque no forma parte de la perícopa porque nos habla del
nombre del Mesías. Este v.21 es la conclusión de todo el texto, un sobrio
relato sobre la circuncisión de Jesús y el nombre que había sido anunciado por
el Ángel (cf. 1,31).
Género
literario
Sin
duda, todo el texto responde al género literario "relato" o
"narración".
Breve
comentario
Existe
una bella relación entre el relato lucano de Navidad e Is 1,3: "El buey
conoce a su amo y el asno, el pesebre de su dueño; ¡pero Israel no conoce, mi
pueblo no tiene entendimiento!". Es que el Dios vivo y
verdadero no debe ser buscado en la grandilocuencia del "maravillosismo"
sino en la vida cotidiana, entre las cosas más sencillas y a veces despreciadas
p.e. en un pesebre.
Jesús
nace lejos de su parentela, pero con sus padres y visitado por los pastores.
Ahora, ¿quiénes son todos los que escuchan la difusión del anuncio en el v.18?
No lo sabemos, el texto no lo aclara pero da lugar a pensar en que la Palabra
de Dios es recibida por personas, a veces, lejanas a nosotros, distintas, casi
"impensadas" por nuestra imaginación. En este caso, humildes como los
pastores.
B. Desarrollo
teológico y magisterial del título "Madre de Dios"
En virtud de la unión hipostática y de la
comunicación de idiomas en Jesucristo, María recibe el título de Madre de Dios
(Deipara, Theotokos, Mater Dei).[1] "María no dio a luz a un
hombre con el que en un momento posterior se unió la persona del Logos, sino
que alumbró a la persona del Logos en la naturaleza humana que tomó de
ella".[2]
El
primer testimonio seguro de este título corresponde al obispo Alejandro de
Alejandría (s. IV).[3]
Aunque en la sagrada Escritura podemos encontrar algunos contenidos del dogma:
"Madre
del Señor" en Lc 1,43
"Madre
de Jesús" en Jn 2,2
"Logos
encarnado" en Jn 1,14.18
"Madre
del Hijo de Dios" en Ga 4,4-6
"Jesús
el Hijo de Dios es también hijo de María" Mc 3,31; 6,3
"La
concepción de Jesús en la Virgen María por obra del Espíritu Santo" en Mt
1-2; Lc 1-2
Definiciones
magisteriales en las que se afirma el título de "Madre de Dios".
El
texto más importante de recordar es éste:
"Porque no
nació primeramente un hombre cualquiera, de la santa Virgen, y luego descendió
sobre Él el Logos; sino que unido desde el seno materno, se dice que se sometió
a nacimiento carnal, como quien hace suyo el nacimiento de la propia carne. ...De
esta manera ellos (los santos padres) no tuvieron inconveniente en llamar madre
de Dios a la santa Virgen, no ciertamente porque la naturaleza del Logos o su
divinidad hubiera tenida origen de la santa Virgen, sino porque nació de ella
el santo cuerpo dotado de alma racional, a la cual el Logos se unió
sustancialmente, se dice que el Logos nació según la carne".[4]
(Concilio Ecuménico de Éfeso (431), I Sesión de los Cirilianos, II Carta de
Cirilo de Alejandría a Nestorio).
Además,
los siguientes siempre esgrimen los mismos argumentos teológicos, es decir, la
unión hipostática y la comunicación de idiomas en Jesucristo:
·
Fórmula
de unión entre Cirilo de Alejandría y los obispos de la Iglesia de Antioquía (primavera
del 433).[5]
·
Concilio
Ecuménico de Calcedonia (451).[6]
·
Constitución
"Inter innumeras
sollicitudines" (553).[7]
·
Carta
"Humani generis" al rey
Childeberto I (557).[8]
·
Sínodo
IV de Toledo (633).[9]
·
Sínodo
de Roma: Carta sinodal "Omnium
bonorum spes" a los emperadores (680).[10]
·
Concilio
III de Constantinopla (681).[11]
·
Benedicto
XIV, Constitución "Nuper ad
Nos" (1743).[12]
María,
Madre de Dios, en la Lumen Gentium
En
LG María ocupa el cap. VIII. María es tanto madre como hermana, es madre de
Dios y miembro de la Iglesia, primera discípula. Veamos, ahora, muchos y ricos aspectos
que se relacionan con el título de Madre de Dios en un extracto del cap. VIII
del documento:
·
Los
cristianos han de venerar la memoria de María, Madre de Dios.[13]
·
María
es reconocida y honrada como verdadera Madre de Dios.[14]
·
María,
Madre de Dios Hijo, hija predilecta del Padre y sagrario del Espíritu Santo aventaja
a las otras criaturas.[15]
·
Madre
de los miembros de Cristo.[16]
·
Madre
de Dios, Madre de Cristo y Madre de los hombres.[17]
·
Correspondencia
con el AT: Madre del Salvador, Madre del Redentor, hija de Sión.[18]
·
Servidora
del misterio de la Redención: María hija de Adán y Madre de Jesús.[19]
·
Unión
de la Madre con el Hijo en la obra de la salvación.[20]
·
Acciones
de la Madre en relación al ministerio público de Jesús.[21]
·
La
Madre de Jesús en Pentecostés.[22]
·
Asunta
para asemejarse a su Hijo.[23]
·
La
misión maternal de María hacia la salvación de los hombres dimana de Jesucristo,
el único Mediador.[24]
·
La
Madre de Dios fue alma mater del divino Redentor. Es nuestra madre en orden de
la gracia.[25]
·
La
misión maternal de María continúa luego de ser asunta con su intercesión
subordinada al Mediador y Salvador.[26]
·
La
Madre de Dios es figura de la Iglesia en el orden de la fe, de la caridad y de
la perfecta unión con Cristo.[27]
·
La
Iglesia también se hace madre por la Palabra de Dios contemplando la arcana
santidad e imitando la caridad de la Madre de su Señor.[28]
·
Con
el amor maternal de María han de estar animados los que en la misión apostólica
de la Iglesia cooperan para regenerar a los hombres.[29]
·
La
Madre de Dios es honrada con un culto especial de veneración para que el Hijo
sea más conocido, sea amado, sea glorificado y se cumplan sus mandamientos.[30]
·
La
verdadera devoción a María no consiste en un sentimentalismo estéril y
transitorio, ni en una vana credulidad sino que procede de la fe verdadera para
reconocer la excelencia de la Madre, que nos estimula en amor filial e
imitación de sus virtudes.[31]
·
La
Madre de Jesús es luz del Pueblo de Dios peregrinante.[32]
·
Que
la Madre de Dios, Madre del Señor y Salvador interceda ante su Hijo, en la
comunión de todos los santos, para que todos los hombres sean congregados en un
solo Pueblo de Dios, para la gloria de la santísima e indisoluble Trinidad.[33]
En
estos momentos tan difíciles, tan dramáticos, tan frustrantes, tan miserables, tan
oscuros, de tanta mentira y de tanto abandono en la Argentina conviene volver nuestra
mirada a Cristo por María:
"Bajo tu
amparo nos acogemos santa Madre de Dios, no desprecies las oraciones que te
dirigimos en nuestras necesidades, antes bien líbranos de todo peligro, Virgen
gloriosa y bendita". Amén. (La más antigua de las
oraciones marianas, probablemente del siglo III; Antífona de la
Liturgia de las Horas).
¡Gloria
a Dios!
Prof.
Mauricio Shara
[1]
CF. DH 251.
[2] Gerhard Ludwig Müller, Dogmática. Teoría
y práctica de la teología,
Barcelona, Herder, 2007, 504.
[3]
Ep. Ad. Alex. Const. 12
[4]
DH 251.
[5] DH 273.
[6]
Cf. DH 300.
[7]
Cf. DH 416; 427.
[8]
DH 442.
[9]
DH 485.
[10]
DH 547.
[11]
DH 555.
[12]
DH 2527.
[13] LG 52.
[14] LG 53.
[15] Ibid.
[16] Ibid.
[17] LG 54.
[18] LG 55.
[19] LG 56.
[20] LG 57.
[21] LG 58.
[22] LG 59.
[23] Ibid.
[24] LG 60.
[25] LG 61.
[26] LG 62.
[27] LG 63.
[28] LG 64.
[29] LG 65.
[30] LG 66.
[31] LG 67.
[32] LG 68.
[33] LG 69.
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